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Tribunales

Condenan al IB-Salut por dejar inválida a una mujer en Son Dureta

La paciente tenía una hernia discal y un error del médico le provocó una lesión de por vida

Una sentencia dictada en Palma condena al IB-Salut a que asuma las consecuencias de un error en una operación, practicada a una mujer que tenía 45 años de edad y quedó inválida como consecuencia de la intervención quirúrgica. La paciente ha tenido que esperar hasta doce años para que los tribunales le reconocieran su condición de víctima de una negligencia médica. La mujer recibirá una indemnización de 293.000 euros, más los intereses que correspondan.

Los hechos ocurrieron en el año 2003 en Palma. La mujer sufría un fuerte dolor en la pierna izquierda, debido a que padecía una hernia discal. Tras fracasar varios tratamientos alternativos, los médicos consideraron que lo más adecuado, sobre todo para eliminar el dolor, era realizar una operación quirúrgica. La intervención era complicada por cuanto el médico tenía que colocar unos tornillos junto a la médula. La mujer fue informada verbalmente de las características de la operación, pero no así del alto nivel de riesgo que corría al someterse a esta intervención.

La mujer fue intervenida en el hospital de Son Dureta. El médico no tuvo su mejor día. Al colocar el tornillo para situar la placa, el elemento se movió. La pieza metálica alcanzó un nervio de la pierna y debido a ello la paciente ha sufrido lesiones de por vida. A pesar de las excusas del cirujano, en el sentido de que el tornillo sufrió un desplazamiento, los jueces entienden que en realidad la pieza fue mal colocada. Debido a ello, se explica que el tornillo tocara el nervio de la pierna derecha, precisamente la que no le dolía, y a resultas de este error la mujer prácticamente no ha vuelto a andar. Al tener tocado el nervio de la pierna derecha, ello le impide caminar. La paciente tiene reconocida la condición de gran inválida. Y además también se la considera como una gran dependiente, de tal forma que recibe una pensión económica del Estado.

Al margen del error médico cometido durante la intervención, los jueces cuestionan que a la paciente no se le ofreciera un documento en el que se reflejara los riesgos de la intervención quirúrgica. El médico solo recordaba que le informó verbalmente, pero no lo dejó escrito. La mujer se limitó a firmar el documento de consentimiento. Los familiares tampoco conocían los riesgos.

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