La exdiputada del PP Ana María Aguiló se enteró por este periódico de que su partido quiere expedientarla a raíz de una discusión que mantuvo con el secretario general de la formación, Andreu Ferrer, por la reserva de sillas en una cena electoral del partido. Aguiló explicó ayer a este periódico que Ferrer la "insultó y menospreció" durante el rifirrafe. Por su parte, el secretario general se limitó a decir que "el comité de derechos y garantías del partido decidirá, hay testigos que vieron exactamente lo que ocurrió".

Los hechos acontecieron la pasada semana, durante la cena con motivo de las elecciones generales celebrada en el restaurante Son Termes de Bunyola. "Nosotros -relató Aguiló- habíamos vendido tiqués de la cena a un grupo de gente y lo que hicimos fue poner los nombres para reservar. Entonces llegó el secretario general y me dijo que no podíamos sentarnos en aquella mesa porque estaba reservada para una asociación de la tercera edad. Yo me negué porque la gente que había pagado tenía derecho a sentarse allí".

Según la exdiputada popular, la discusión subió de tono y fue cuando Ferrer la insultó y le dijo "tú no eres nadie para reservar mesas".

Durante la trifulca también intervino el gerente del partido, Lorenzo García que intentó mediar entre Aguiló y Ferrer, pero terminó también discutiendo, según testigos presenciales. Al final, Aguiló indicó que se salió con la suya y consiguió colocar a la gente de la que había comprado tiqués para la cena en la mesa prevista.

"Yo entiendo que el secretario general, Andreu Ferrer, estuviera muy nervioso, ya que en aquel acto se puso de manifiesto la mala organización que reinó. Las mesas no estaban reservadas y por ello yo puse los nombres de las personas que habían pagado".

En el comité de dirección del partido, celebrado el pasado miércoles para analizar los resultados electorales del pasado domingo, Ferrer anunció a los presentes que pondría en conocimiento del comité de derechos y garantías del partido el comportamiento de la exdiputada para que analizaran si los hechos son constitutivos de la apertura de un expediente disciplinario.

Ana María Aguiló indicó que todo este episodio tiene el claro objetivo de "desprestigiarla" porque no es de la facción del secretario general. Aguiló apoya a Mateo Isern y al sector crítico, mientras se apunta que Andreu Ferrer es una persona del entorno de José María Rodríguez.

Según explicaron fuentes del partido, la apertura de un expediente disciplinario pueden acarrear la suspensión de militancia de Aguiló, en el caso de que se considere que su actuación fue contraria al partido.

El fuego larvado de la dura batalla interna vivida en el Partido Popular de Balears en los últimos meses, se está reavivando. La tregua para las elecciones generales ha concluido y se augura batalla para el congreso. El episodio entre Aguiló y Ferrer puede enmarcarse entre las desavenencias entre las diferentes facciones del partido.