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Policía Nacional

Sancionan a un policía que retó a un compañero en una manifestación

Los dos funcionarios tuvieron una disputa durante una concentración de defensores de animales

Un agente de la Policía Nacional, destinado en Eivissa, ha sido sancionado con quince días de empleo y sueldo, como consecuencia de las amenazas que vertió sobre un compañero, al que retó a pegarse durante un acto de servicio. Los dos policías, junto a otros compañeros, estaban controlando una manifestación organizada por una asociación en defensa de los animales.

La sanción, impuesta por el director general de la Policía y que data de marzo de 2013, ha sido ahora confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears. Se confirma la calificación de falta grave cometida en el régimen disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía.

Los hechos sancionados datan del día 11 de agosto de 2012 en Eivissa. El agente sancionado se encontraba de servicio controlando la manifestación de esta asociación de animalistas. Los policías se dieron cuenta de que una ciudadana estaba realizando fotografías de los funcionarios. Ello motivó que varios de los agentes se acercaran a la mujer y le pidieran que les enseñara las fotos, sobre todo para comprobar si alguna de ellas era después colgada en internet. Aprovechando esta circunstancia uno de los policías se dirigió a su compañero sancionado. Le reprochó que utilizara fotos de él y que después las empleara para enviar mensajes a través del sistema whatsapp, al tiempo que realizaba comentarios despectivos hacia su persona.

Esta discusión entre los dos policías nacionales en plena concentración fue subiendo de tono y varios de los asistentes se dieron cuenta de la disputa.

La sentencia señala que el policía sancionado se puso nervioso. De forma amenazante se dirigió hacia su compañero. Le dijo que si "tienes algo que decirme o te queda alguna hormona masculina te lo explicaré ahora o cuando quieras". Y además le retó para que en ese mismo momento se quitara el uniforme reglamentario "para arreglarlo mano a mano como hombres".

Ante la intensidad que fue tomando la discusión un subinspector tuvo que intervenir. Se dirigió hacia los dos funcionarios y les ordenó que dieran por zanjada la discusión, ya que de lo contrario se vería obligado a tomar medidas. Los dos policías dieron por terminado el enfrentamiento físico. Sin embargo, la disputa continuó después por teléfono. El policía, a través de un chat en el que intervenían varios agentes de la brigada de Seguridad Ciudadana de Eivissa, escribió que hacía tiempo que "no ofrecía hostias a alguien que llevase uniforme". Al mismo tiempo, volvía retar a su compañero en quedar citados en un lugar determinado y allí solucionar la disputa a golpes. "Si le queda una sola hormona de hombre que me diga para poder darle las hostias que no se le han dado de pequeño", escribió.

Estas expresiones motivaron que se iniciara un expediente disciplinario. El agente ofendido quitó importancia a la disputa, pero la Dirección General de la Policía consideró que se trató de un hecho muy grave. El funcionario recurrió la sanción ante los tribunales al entender que había sido desproporcionada. Sin embargo, los jueces coinciden en la gravedad de los hechos y ratifican la sanción.

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