La organización agraria Asaja-Balears ha reclamado que el nuevo impuesto turístico que establecerá el Govern se destine a compensar el gran esfuerzo que realiza el sector primario para mantener el medio agroforestal.

La entidad ha presentado alegaciones al proyecto de creación de dicho tributo en las que señala que el impuesto sobre las estancias turísticas debería contribuir al fomento, impulso, modernización e incremento de la eficiencia del uso de los recursos del medio agroforestal, que supone el 80% de la superficie de las islas, según informó en un comunicado.

Asaja-Balears ha planteado ocho alegaciones ante la Vicepresidencia y Conselleria de Innovación, Investigación y Turismo por el citado anteproyecto de ley y ha criticado que prácticamente no aborde el concepto de medio rural como el espacio donde se desarrolla la actividad agrícola y que conforma el paisaje, con lo que constituye uno de los activos principales del sector turístico.

Efectos del turismo

La asociación pide que lo recaudado con el impuesto se destine en parte al sector agrario, más que a nuevas infraestructuras para menguar los efectos de la presión del turismo sobre el territorio, como contempla el anteproyecto de ley.

Según la organización , si bien el gran peso del sector turístico en la economía de las islas tiene efectos positivos en el desarrollo agrario, también es cierto que tiene de muchos otros negativos por el uso intensivo de recursos como el agua o por el precio de adquisición y alquiler de las fincas agrarias.

Asaja reivindica además que en la Comisión de Impulso del Turismo Sostenible, que se creará con motivo del establecimiento del nuevo impuesto, deben estar presentes las entidades representativas del mundo agrario como gestores del 80 % del territorio.

También pide que las entidades privadas puedan presentar proyectos para ser financiados con los fondos que recaude dicho impuesto.

Reclama además que los turistas que se alojen en establecimientos turísticos ubicados en explotaciones agrarias y que por tanto contribuyen al mantenimiento del territorio, deberían estar exonerados de pagar dicho impuesto porque ya contribuyen al espíritu con el que se ha creado el nuevo tributo.

Asaja recalca que se trata de alojamientos concienciados con el territorio y la agricultura, que apuestan por el consumo de productos locales y que deberían estar bonificados por la Administración, ya que también contribuyen a la sostenibilidad del medio rural.