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La fiesta en paz

El obispo de Mallorca es un irresponsable

El obispo se ha situado él solo en el ojo del huracán.

Desde el pasado 8 de diciembre Diario de Mallorca ha publicado una docena de páginas de información dedicadas a la denuncia presentada por Mariano de España contra el obispo Javier Salinas. Son apenas una vigésima parte de las dedicadas a la campaña electoral y, sin embargo, han causado mucho más impacto en la sociedad isleña que los dimes y diretes de Rajoy, Sánchez, Iglesias, Rivera y sus delegados regionales. La web diariodemallorca.es ha sumados más de 135.000 visitas de usuarios en busca de estas noticias. No ha habido cena de navidad o tertulia, incluso allende los mares, en la que no se haya pontificado -nunca mejor empleada la palabra- sobre el alcance real de las relaciones entre el prelado y su colaboradora Sonia Valenzuela.

¿Qué ha publicado Diario de Mallorca para levantar tanta polvareda? Estos son los titulares: "El Vaticano llama al obispo de Mallorca a consulta urgente y sopesa su traslado"; "Detectives investigaron en el palacio episcopal el vínculo del obispo con una colaboradora"; "El obispo y su colaboradora intercambiaron anillos con sus nombres grabados"; "El obispo abría el palacio a su secretaria de lunes a domingo en horario nocturno" o "El marido de la secretaria habló dos veces con el obispo antes de denunciarle".

Ni uno solo de los titulares ha sido desmentido. La secretaría de comunicación del Obispado mintió por escrito al ligar la visita al Vaticano a asuntos de "índole patrimonial". El propio Salinas tuvo que admitir, tres días después, que en Roma había hablado de la denuncia. Todas y cada una de las informaciones publicadas han sido contrastadas con al menos tres fuentes o se ha contado con material grabado y documental. El periódico no ha ido ni un paso más allá de lo que revelaban los datos. En estas páginas no se ha escrito que el obispo estaba "metido en un lío matrimonial".

Pese a ello, y esta es una prueba irrefutable del respeto a la libertad de opinión que defiende Diario de Mallorca, se han publicado artículos como el del jesuita Norberto Alcover quien, desde dentro de la organización eclesial, arremetía contra las informaciones porque "se golpea el honor de la Iglesia". Obvia que el honor es un patrimonio del individuo.

Frente a quienes sostienen que las informaciones se han quedado cortas o han traspasado algunos límites, solo hay una respuesta posible. Las noticias de Mateu Ferrer, Matías Vallés y José Francisco Mestre están avaladas por pruebas o testimonios irrefutables. Las únicas conclusiones que se pueden extraer son las que se han escrito. Quienes quieran ir más allá, aquellos que pretendan elucubrar, lo hacen bajo su estricta responsabilidad y pensamiento.

¿Pertenecían al ámbito privado estas informaciones que llegaron a Diario de Mallorca? No. El obispo es un personaje público, una autoridad en la isla y sus superiores le investigan por un acto relacionado con su ministerio. La mujer implicada también ocupó un cargo en la estructura de la diócesis, fue directora general en el Ayuntamiento de Palma con Mateo Isern y formaba parte de las listas electorales del PP. Las noticias publicadas son ciertas y relevantes. No insinúan nada. Solo narran hechos comprobados.

Con todos los datos sobre la mesa, ¿en que posición queda el obispo Salinas? Lo evidente es que ha demostrado ser un irresponsable. En este adjetivo coinciden todas las personas relacionadas con la Iglesia con las que he podido hablar durante las dos últimas semanas. Irresponsable por elegir a una colaboradora que generó desconfianza en su equipo. Irresponsable al no atender las quejas del marido. Irresponsable por la forma en que llevó su relación: anillos, visitas al palacio episcopal a horas intempestivas, llamadas telefónicas... Irresponsable por ocultar datos a su equipo. Irresponsable por mentir ante las primeras informaciones.

Los eclesiásticos consultados concuerdan en que el obispo saldrá de la diócesis en cuanto se calmen las aguas. El cómo queda pendiente. Resulta complicado mandarle a otra diócesis. Quizás una baja médica. Tal vez un traslado al Vaticano.

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