Los ajustes que familias y empresas isleñas han hecho en sus economías y las mayores condiciones que las entidades financieras exigen a la hora de conceder un nuevo crédito han permitido que la deuda balear se haya reducido un 30% desde el inicio de la crisis y se sitúe ya en niveles similares a los de principios de 2006, según el último informe elaborado por el Banco de España correspondiente al tercer trimestre de este año. En definitiva, los isleños adeudan en estos momentos a la banca 32.294 millones de euros, notablemente por debajo de los 34.421 millones que se contabilizaron durante el mismo periodo del pasado año y a enorme distancia del máximo de 46.661 millones registrado en 2009.
Este proceso de recorte en los niveles de endeudamiento resultaba necesario y solo puede calificarse de positivo, según apunta Javier Capó, profesor de Economía Aplicada de la Universitat balear. Pero es todavía insuficiente. En este sentido, recuerda que la deuda actual se ha situado durante el verano al mismo nivel que a principios de 2006, etapa en la que ya se registraba la ‘burbuja inmobiliaria’.
Lo que esta sucediendo en estos momentos es que la mayoría de las familias y empresas van reduciendo su deuda paulatinamente y a un ritmo superior al que está creciendo la concesión de nuevos préstamos, esta última en niveles muy bajos durante los últimos ejercicios aunque comienza ya a mostrar señales de reactivación.
Pero este proceso se debe mantener todavía durante más tiempo, en opinión de Capó. En este sentido, hay que tener en cuenta que todavía existe un apreciable desequilibrio entre la deuda y el ahorro existente en las islas.
En concreto, el Banco de España cifra el valor de los depósitos existentes en las oficinas bancarias del archipiélago durante el verano en 21.804 millones de euros. Eso supone que por cada uno de estos euros de ahorro, Balears presenta casi 1,5 de deuda. Un dato fundamental: las islas llegaron a superar proporciones de 2,3, lo que refleja el grave problema de exceso de endeudamiento que se alcanzó el archipiélago.
Sin récord en depósitos
En este caso, el valor de estos ahorros alcanzados durante el tercer trimestre de 2015 (la época del año en que se registran las cifras más altas al producirse los ingresos derivados de la temporada turística) no supone una cifra récord, al no haber logrado ponerse por encima de los depósitos contabilizados durante el verano de 2014, y que se situaron en los 22.060 millones de euros, en este caso sí el volumen más alto de toda la serie histórica.
Pero Javier Capó hace una advertencia: esos 21.804 millones de euros suponen una estimación de los depósitos en la banca, pero no reflejan el volumen de ahorro de Balears debido a que cada vez son más los que apuestan por otras fórmulas, debido a que la rentabilidad que en estos momentos ofrecen las entidades financieras es prácticamente nula.
Así, Capó destaca que cada vez son más los isleños que huyen de los citados depósitos para refugiarse en los fondos de inversión, dado que aportan liquidez, una mayor rentabilidad y permiten pasar de unos a otros sin necesidad de tributar; o en los planes de pensiones, ante las dudas existentes respecto al futuro de las mismas.
El profesor de la UIB señala que una parte pequeña del ahorro, sobre todo en el caso de los extranjeros, se está destinando también al sector inmobiliario, como puede ser el caso de la adquisición de pisos de segunda mano para destinarlo al alquiler.
