¿Cómo lograr que esas leves mejoras se traduzcan en un avance notable de una vez por todas? Para Manel Perelló, autor de un artículo del monográfico que el Anuari dedica este año a la autonomía de centro, esa gran mejora no llegará hasta que se emprenda una "reforma radical" del sistema y de la manera de hacer las cosas: "No podemos confiar en los pequeños cambios", apostilló. En este sentido, intervinieron Albert del Pozo y Carles Mata, que ayer desgranaron algunas de las claves de la nueva normativa educativa que rige en Cataluña, que da más más autonomía a los colegios e institutos apoyándose en tres patas: cada centro puede tomar decisiones propias; la dirección está profesionalizada; y se evalua a los centros, a los directores, y por último -"lo más difícil"- a los profesores.

Respecto al tema de la repetición de curso y su demostrada inutilidad, tanto Bartomeu Cañellas como Perelló coincideron en que se debe a una cierta "cultura" de centro que se mantiene, una inercia de funcionamiento que no se consigue romper. Cañellas defendió adoptar medidas "preventivas" y acompañar y reforzar la atención al alumno con dificultades en cuanto éstas se detecten, manteniéndolo siempre con su grupo de clase para que no lo vea como un castigo: "Hacerle hacer lo mismo de la misma manera está claro que no funciona, solo aumenta el fracaso escolar".

Perelló señaló que la problemática de la repetición de curso, como sucede con otras del sector, podría mejorarse con un buen proyecto de centro, más formación docente, más cohesión y coordinación, y más estabilidad de las plantillas de profesorados.