El exconseller de Turismo del Govern y exvicepresidente del Consell de Mallorca Miquel Nadal, quien este lunes ha declarado en calidad de imputado en el marco del caso Picnic, se ha desvinculado de un presunto desvío de 1,2 millones de euros del Ayuntamiento de Palma dirigidos a hacer proselitismo y propaganda de la ideología de Unió Mallorquina (UM), hechos que, desde que estallase en 2011, se investigan en esta causa.

Durante su comparecencia, llevada a cabo cuatro años después de que la Fiscalía Anticorrupción solicitase su imputación, Nadal ha asegurado que a partir de 2007 no tenía responsabilidades de gestión ni ningún tipo de poder en el Consistorio palmesano, por lo que ha negado haber participado en estas irregularidades. No obstante, respecto a otras conductas ilícitas, ha apuntado que ya las explicó en su día en el marco de otros procedimientos judiciales.

En concreto, el caso Picnic se centra en averiguar si pudieron cometerse, entre otros, delitos de malversación de caudales públicos y prevaricación con la contratación, por parte del Instituto Municipal de Formación Ocupacional y Trabajo (Imfof), de una veintena de trabajadores medioambientales que en ningún momento habrían realizado el cometido para el que ocupaban estos puestos, sino que se habrían dedicado a atraer puerta a puerta nuevos simpatizantes e instar el voto para el partido.