El expresident del Govern Jaume Matas ha sido uno de los principales afectados por la decisión de la sección primera de la Audiencia de Palma de limitar los testigos para el juicio del caso Nóos. Matas se ha visto así privado de poder interrogar a una 30 de personas que asistieron a los dos seminarios sobre turismo y deporte Illes Balears Fórum, organizados por Iñaki Urdangarin en Palma en los años 2005 y 2006.
Matas, para quien la fiscalía anticorrupción reclama 11 años de cárcel, no ha querido adelantar en su escrito de defensa cuál será su estrategia para demostrar su inocencia.
A diferencia de la mayoría de los 18 acusados en este juicio, el también exministro de Medio Ambiente se ha limitado a expresar su discrepancia con los delitos que le imputan anticorrupción, Manos Limpias y el Govern balear, pero no ha aportado ninguna razón en contra de esas tesis.
Sin embargo, una de sus principales líneas de defensa va a ser, a la luz de los testigos que propuso y que han sido rechazados en su práctica mayoría, que los seminarios organizados por Iñaki Urdangarin tuvieron un interés científico y fueron útiles para la sociedad balear.
Grande y Pasabán
La defensa de Matas quería así interrogar a profesores universitarios, directivos de federaciones deportivas internacionales o de comités olímpicos, y otras personas que participaron, o intervinieron con ponencias, en los Illes Balears Fórum.
Entre los reclamados destacaban la alpinista Edurne Pasabán y el empresario mallorquín Vicenç Grande, expresidente del Real Mallorca Club de Fútbol.
Matas propuso que a algunos de sus testigos se les podía tomar declaración a través de vídeoconferencia y con intérprete, dada su residencia en el extranjero.
Sin embargo, el tribunal encargado del juicio decidió rechazar todos los testigos orientados a demostrar que los foros en Mallorca y otros similares celebrados en Valencia se hicieron y fueron positivos para el bien común.
El principal afectado por este veto fue Diego Torres, el exnúmero dos de Nóos, que había solicitado decenas de testigos para acreditar que los seminarios fueron algo útil y no humo, como mantienen la fiscalía y Manos Limpias. El tribunal sí ha aceptado a 4 de los testigos deseados por el expresident, personas que habían sido reclamadas por otras partes y que eran organizadores de los foros o altos cargos del Govern balear o del Ayuntamiento de Barcelona.
