Las imágenes muestran al obispo abriendo siempre personalmente de noche los portones del palacio episcopal para facilitar la entrada de su secretaria particular en su vehículo. Una las escenas más llamativas se produce el pasado día 25 de octubre. La mujer llega a las 19,03 horas, aparca en la calle y se queda en el coche.

A las 19,15 horas llega el obispo en otro vehículo que conduce su chófer. Salinas despide al empleado, entra solo al palacio y cierra la puerta. Deja pasar unos minutos, y a las 19,25 vuelve a abrirla para que ella -que ha puesto en marcha su turismo- entre. Dos horas más tarde la mujer se marcha.