Las alianzas que intercambiaron el obispo de Mallorca y su secretaria particular, Sonia Valenzuela, se han convertido en el centro del escándalo. Javier Salinas no ha negado la existencia de los anillos, desvelada por Diario de Mallorca, pero ha explicado que se debían a un grupo de oración del cual formaban parte solo ellos dos, "porque se estaba iniciando". Además, ha asegurado que se quitó la alianza "a mediados de octubre, porque no era oportuno" ya que muchas personas le preguntaban por su significado.

Así, la salida del consejo presbiteral extraordinario, que él mismo había convocado para dar explicaciones sobre las informaciones publicadas por Diario de Mallorca a su curiade, se convirtió esta mañana en el escenario desde donde Salinas ha compartido su versión de los hechos: "Sigo siendo el obispo de Mallorca", ha afirmado contundente.

Al consejo estaban citados todos los arciprestes de la isla y numerosos sacerdotes mallorquines. El prelado los convocó para pulsar la opinión de todos ellos sobre si debe continuar como pastor o, por el contrario, ser relevado.

EL OBISPO NO ESTÁ ENAMORADO

La situación de Monseñor Salinas se ha complicado después de que saliera a la luz la denuncia interpuesta contra él por el marido de su exsecretaria personal por relaciones impropias. "No", ha respondido tajante cuando le han preguntado si estaba enamorado, al tiempo que repite que los hechos dependen de las "interpretaciones".

Por primera vez, el prelado ha reconocido que tras la denuncia, fue convocado por el Vaticano para, entre otros asuntos, tratar con responsables de la Santa Sede sobre la acusación remitida a través de la Nunciatura Apostólica en Madrid, "pero me impusieron silencio".

Ha afirmado que, aunque otros prelados le habían recomendado que mantuviera "silencio", la magnitud que ha alcanzado la polémica le ha hecho sentir "la obligación de hablar" en público, además de defender su postura en los órganos de gobierno de la diócesis.

El obispo no ha rehusado a hablar sobre la existencia de unas alianzas que apuntarían a la existencia de una relación más que profesional entre ambos. Ha admitido que hubo intercambio de anillos, pero no por vínculo amoroso, sino como miembros de un grupo de oración."Esas alianzas no dicen ni Javier ni Sonia, dicen sencillamente caminantes", ha dicho el obispo que ha confesado que solo ellos dos formaban ese grupo de oración "porque se estaba iniciando y ella era su promotora".

El prelado ha explicado que muchos preguntaban el significado de la alianza, razón por la que decidió no seguir usándola: "Pensé que no era oportuno, por lo que a mediados de octubre me la quité", se ha sincerado.

En la primera imagen, la mano del obispo solo con el anillo episcopal. En la siguiente foto se aprecia cómo también llevaba una alianza adosada. FUNDACIÓN CASA SERRA

En cualquier caso, ha insistido en que considera que no ha incumplido ninguna de sus obligaciones ni votos y, por tanto, no tiene por qué plantearse renunciar a su prelatura, aunque aceptará cualquier decisión de sus superiores.

"No me siento solo, me siento respaldado tanto por mi gente aquí como por mis superiores", ha manifestado Salinas que a la pregunta de si aguantará mucho como obispo de Mallorca ha respondido: "Yo creo que sí, todo lo que pueda". Si deciden que no es así, "igual que como he venido me iré".

"Yo no creo que haya una campaña contra mí. Yo lo que veo es que todo esto es un tema complejo, y se ha creado una fuerza mediática muy grande que nos lleva a esta situación", ha reflexionado también ante los medios de comunicación.

Fuentes del Obispado han ratificado que la reciente visita del prelado al Vaticano no fue una llamada a capítulo, aunque han confirmado que en la Santa Sede pidieron a Salinas explicaciones por la denuncia.

Tanto en el Vaticano como en la Nunciatura, las altas instancias católicas han confirmado al obispo de Mallorca en su responsabilidad y han asumido la veracidad de sus argumentos, aunque el protocolo de análisis del caso abierto a raíz de la denuncia aún no está concluido.

El propósito de Salinas al reunir al hoy Colegio de Consultores y el Consejo Presbiteral es tratar de transmitir tranquilidad frente a la acusación que pone en cuestión el comportamiento del máximo responsable de la iglesia mallorquina.