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El más difícil todavía del PP, la redención de Biel Company

Del impagable ´Plantes i flors de les Balears´ de la ilustradora Colette, hemos seleccionado desde luego la modesta ´Naufraga balearica´, porque con su propio nombre se anticipaba en medio siglo al hundimiento medioambiental de una isla dibujada en extranjero

Suerte que Mariano Rajoy solo le pegó a su hijo. De haberle propinado un coscorrón a su perro en directo, estaría en la cárcel. Mientras tanto, sus fieles en Mallorca persiguen un Grial más utópico que un tercer escaño, la redención de Biel Company. Los dirigentes del PP balear dan por hundidas las elecciones generales. Enfocan la catarsis ulterior bajo un líder sorprendente, el conseller del Sanador Bauzá.

El currículum previo de Company no resistiría el rastreo de vulnerabilidades que el exigente sistema estadounidense aplica a sus candidatos a gobernar. Los observadores deberán posicionarse ante el encumbramiento de un conseller que insistía en la identificación plena con Bauzá, en un Govern agonizante. Hay que optar entre un historial inaceptable, desde los coqueteos con Operación Mapau hasta las excursiones a Cabrera, y la tentación absolutoria de la tabla rasa. ¿Puede reinventarse una persona, pasado el medio siglo? Probablemente, no.

La pregunta es pertinente porque Company esgrime, a modo de tarjeta de visita y programa de su candidatura, que “yo tengo 52 años”. Utiliza la edad como un cuentakilómetros, para medir las aventuras que le quedan por recorrer. Se siente programado o predestinado, piensa que los años implican un comportamiento. Síntomas de una niñez disciplinada, y nos apartamos ya de Freud.

Company se arrepiente en público con el desparpajo que le caracteriza. No le niego la fuerza de voluntad, cuando pretende desligarse del capitalismo de compinches que encarna en la dinastía imperecedera de otro Gabriel, Cañellas. Sin embargo, le pesa la autocrítica desoladora en La Regenta del canónigo Fermín de Pas, “yo soy lo que dice el mundo”.

El cine americano se basa en conceder al protagonista una segunda oportunidad, la leyenda de la redención caracteriza a las sociedades optimistas. Concede gloria al reformado, y el espectador se entrega al impagable placer de perdonar. Company aspira a la regeneración, a denunciar incluso su pasado a cambio de que la audiencia disculpe sus andanzas. Sin embargo, a la mínima punzada de twitter, que es el equivalente a los juegos infantiles de antaño, se encabrita, se enzarza en la trifulca y se delata. Fingiremos para salvar al PP, pero Company es como es y no de otra manera. El mayor riesgo lo corren sus patrocinadores, entre quienes se cuentan las personas más sensatas del partido.

Si Uff Claassen mantiene al fracasado Miquel Àngel Nadal, los nativos no lo tenemos todo perdido en una Mallorca gobernada por los alemanes. Vayamos con las miserias autóctonas. Entre el Síndic de Greuges y la jurista eclesiástica que promueve al Consell Consultiu, ¿conoce Podemos a alguien que no sea del PP para promocionarlo a un alto cargo? Tampoco es de recibo que la persona más próxima a Francina Armengol sea la encargada de encender la iluminación navideña de Palma, aunque el semialcalde Hi tenga que dar coba a su jefa por si cae una conselleria cuando pierda la vara. Son como niños.

Hablando del Consultiu y de la redención de Company, recuerde dónde leyó antes que el entonces conseller abonó 14.500 euros a José Argüelles, miembro del órgano asesor, para informar de una incidencia de la Ley Agraria que podría haber resuelto el propio Consultiu o los servicios jurídicos de la Comunidad. Argüelles continuará en su puesto, el futuro presidente del PP no ha logrado su objetivo de liquidar a Felio Bauzá, candidato de quien su nombre indica.

La Marató de TV3 es una iniciativa envidiable en el campo de la solidaridad. Consagrada este año a la diabetes y la obesidad, incorpora un libro colectivo titulado 1 de cada 4. La consellera de Cultura de Balears aporta un notable relato, titulado La I i la O, que desde luego no se escribe en una mañana. Esperança Camps narra la historia de una niña de quien los hermanos de sus amigas dicen “que les meues mans eren com botifarrons”, mientras su profesora le suelta que ”la teua mare t’ha deixat arribar a ser una bolla de greix incapaç de ser com les altres filletes de l’escola”.

Luis Garicano será el vicepresidente económico de Albert Rivera, llegado el caso. En su artículo, “La salud mental, una inversión prioritaria”, publicado en El País, destaca la investigación “de la doctora Margalida Gili en la Revista Europea de Salud Pública”. Es decir, también hay personajes de talla en la UIB. Ahí están los tres ganadores de las prestigiosas becas Fulbright, para un total de treinta en todo el Estado. Son Anselmo Martínez Cañellas, Víctor Homar Santaner y Víctor Martínez Moll. Para compensar, recuerdenme que les cuente la historia del catedrático que se presenta en el campus con fornido guardaespaldas incorporado. No pretende disuadir a alumnos insurrectos, solo amedrentar a sus colegas.

Soy antes defensor de los vegetales que de los animales. Donde esté una higuera mallorquina de Andreu Maimó cantada por Guillem Frontera, que se aparten bípedos y cuadrúpedos. Por eso me hubiera emocionado, si conociera esa alteración, el impagable Plantes i flors de les Balears de la ilustradora Colette. Las mujeres enteras y libres siempre desembocan en esta isla. Hemos seleccionado desde luego la modesta Naufraga balearica porque, con su propio nombre, el retrato de esta herbácea se anticipaba en medio siglo a nuestro hundimiento medioambiental. La historia de Mallorca se escribe y se dibuja en extranjero.

¿Una conexión entre Plácido Domingo y Balears? Su bisabuelo ibicenco. Ocho apellidos catalanes es Ocho apellidos vascos menos los chistes. Rosa Maria Sardà, que me llamaba “chico” en una entrevista, interpreta a Jordi Pujol. Sin embargo, nos sentimos a gusto en esta familia. Vean Paulina, pero no digan a nadie que se la recomendé.

Reflexión dominical desubicada: “El tiempo pone las cosas en otro sitio”.

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