Balears lleva cerca de sus niveles máximos de paro desde el año 2010. La persistencia de la crisis hace que cada vez sean más los ciudadanos y familias que se ven obligados a sobrevivir sin más recursos que lo que tenga ahorrado o ayudas de familiares y amigos, tras haber agotado sus prestaciones y subsidios. Es esa situación están 35.266 desempleados de las islas, según reflejan los datos del Govern, que denuncia que el 53% de los parados baleares viven sin nada. El Ejecutivo del Pacto culpa de esta situación a las reformas laborales del Gobierno Rajoy, que en 2012 limitaron el acceso a prestaciones. "En Balears hay una situación a dos niveles: por un lado el paro se reduce, pero luego el número de personas sin prestación no deja de crecer, es decir, tenemos un sistema que no da respuesta a las necesidades más urgentes de las personas, y eso hay que cambiarlo", opina Llorenç Pou, director general de Trabajo del Govern. Lo mismo opina el conseller Negueruela, especialmente preocupado, dice, por los muchos mayores de 50 años que han agotado ayudas y no encuentran opción de volver al mundo del trabajo: "Hay que reformar el sistema, porque esas personas han quedado abandonadas a su suerte y eso no puede ser".