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Sanidad

"Ahora mi hijo no perderá clases"

"Antes pedía la primera cita de la mañana para que no interfiriera en mi horario laboral"

En el centro de salud de Son Gotleu se respiraba ayer tarde alegría con el nuevo horario. Las opiniones recabadas por este diario no dejaban resquicio a la duda y daban la razón a la actual conselleria de Salud de que la vuelta al horario recortado en julio de 2012 era una auténtica demanda social.

Así lo manifestaba Bàrbara Miret, que aseguraba que este horario vespertino está pensado para que la gente trabajadora pueda acudir con normalidad a la consulta de su médico de cabecera por las tardes. "Yo he venido a acompañar a mi madre a una cita de urgencias con la enfermera para que le revise la tensión. ¡Y por cierto, llevamos más de 40 minutos esperando!", se quejaba como todos los pacientes a los que se les hace esperar.

Y no sería por falta de personal. Como reveló Adriano Mayrata, subdirector médico de Primaria del área de Son Llàtzer, en el centro de salud de la barriada de Son Gotleu, "un centro grande", admitió, ayer tarde estaban trabajando tres facultativas, una pediatra, tres enfermeras y dos administrativas en admisión. "Todas mujeres", resaltó como hecho anecdótico.

A la peruana Carolina Fernández, también en Son Gotleu acompañando a una amiga, le pareció "genial" la ampliación del horario. Y sustentó su opinión con un argumento de peso: "Tengo un hijo de seis años y cada vez que tengo que llevarle al pediatra tiene que faltar a la escuela entre dos y tres horas. Con este nuevo horario, mi hijo no perderá clases", se congratuló.

"Salimos ganando", sostenía de manera concluyente Carmen Ballesteros, una vecina de Palma que había acudido al centro de salud de Son Gotleu por una urgencia y que, el pasado lunes, por esa misma eventualidad se tendría que haber dirigido al servicio de urgencias de Primaria (SUAP) que le correspondiera por zona, en este caso en concreto el ambulatorio de Escola Graduada.

En esta misma situación se encontraba Maria Soler que, acompañada de su marido, había acudido para una asistencia de urgencia. De todas maneras, se congratuló por la ampliación del horario pese a que tanto ella como su pareja están jubilados. ¿El motivo? Podrá pedir citas médicas por las tardes los días en que guarda a su nieto, después de que su hija haya pasado a recogerle tras acabar su jornada laboral.

También se alegraba Maria de no tener que volver al centro de Escola Graduada si precisa ser atendidad de urgencias. Con la ayuda de su marido, recordaba con horror que un domingo que tuvieron que ir a ese centro de salud para una emergencia, "¡teníamos a más de treinta personas esperando por delante de nosotros! Lógicamente, nos tuvimos que ir sin recibir la asistencia".

Anabel sí estaba enterada del nuevo horario: "Llamé el martes de la semana pasada para pedir cita y me la dieron para hoy (por ayer) a las seis. Cuando mostré mi extrañeza me informaron de que hoy comenzaba el nuevo horario que, a mí, sinceramente, me va genial porque salgo de trabajar a las tres, he de ir a recoger a mi hija y luego podría venir al médico. E incluso traer a Laura al pediatra por las tardes evitando que pierda clases", se ilusionaba contemplando las posibilidades que le abría el nuevo horario. Asimismo, haciendo un compendio de las opiniones expresadas en este reportaje, también se congratulaba por el hecho de no tener que acudir a las urgencias de Escola Graduada antes de las 8 de la tarde en que cerrará su centro de salud.

Santiago y Beatriz, trabajador por cuenta ajena él y autónoma ella, también se alegraban de gozar de más libertad para elegir el horario en el que son atendidos y evitar, en el caso de Santiago, tener que reclamar las primeras citas de la mañana para intentar que este sencillo acto sanitario interfiriera lo menos posible en su trabajo.

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