Nueva sorpresa mayúscula para el Pacto. Podemos y El Pi se unen para obligar al Govern a mantener el pago del ‘Nivel 33’ a los 172 expolíticos que ya lo tienen reconocido. Ayer presentaron una enmienda conjunta a los presupuestos de 2016 para que los funcionarios que en el pasado fueron altos cargos conserven esta prebenda: el plus político se llamaría técnicamente “complemento personal transitorio”.

Si Podemos y El Pi no retiran su iniciativa, que justifican para evitar una avalancha de litigios en los tribunales, la podrán aprobar con los 20 votos del PP en el debate plenario sobre las nuevas cuentas. El Govern tendrá que incumplir entonces una de sus promesas estrella: Erradicar la canonjía tanto para los que ya la tienen como para los que no, en aras a evitar discriminaciones.

El partido de Alberto Jarabo y Jaume Font quieren con su propuesta que solo dejen de cobrar el complemento retributivo los políticos a partir de este mandato, pero se respete a los que tienen consolidado el derecho. El llamado plus político supone un sobresueldo mensual de entre 400 y 800 euros para los perceptores, y un gasto anual de un millón de euros a las arcas autonómicas.

El PP, a favor de mantenerlo

El PP se opone a la supresión del ‘Nivel 33’ al ser la fuerza con mayor número de beneficiarios entre sus filas, fruto de gobernar Balears en seis de las nueve legislaturas. Tras las elecciones de mayo, diecinueve ex altos cargos del Govern Bauzá han visto reconocido el derecho a percibir este complemento salarial. Con todo, los populares no se han atrevido a dar el paso de los podemistas y El Pi.

La iniciativa de Podemos contradice su compromiso electoral contraído junto a PSOE y Més de eliminar el llamado ‘plus político’ a la “casta funcionarial” de la Comunidad, usando terminología podemista y sindical. El STEI se ha mostrado muy beligerante contra el ‘Nivel 33’ en la pasada legislatura, y los diputados de Més Fina Santiago -ahora consellera- y David Abril lo convirtieron en uno de sus caballos de batalla.

Desde El Pi, ayer su portavoz Jaume Font defendió la necesidad de “ser serios” y “dejar de jugar con el dinero de todos”. El Pi y Podemos justifican su entente en previsión de una avalancha de contenciosos de los afectados por la supresión del ‘Nivel 33’, que terminara por darles la razón en contra del Govern.

La enmienda presentada pretende modificar el articulado de los presupuestos del Govern para el año entrante. En lugar de suspender el pago del ‘Nivel 33’ a partir del uno de enero de 2016 para todos los funcionarios de la Comunidad, como prevé el texto presentado por el Govern, Podemos y El Pi van más allá e introducen el término “suprimir”.

Sin embargo, a continuación estipulan que todos los afectados por la merma salarial que ya tengan el derecho reconocido, “percibirán un complemento personal transitorio igual a la reducción sufrida” de su retribución.

La enmienda señala también que dicho complemento “será absorbible”, de modo que vaya diluyéndose con los años a medida que se incrementa el salario con las subidas del IPC y demás, explica Font. “La intención es que el ‘Nivel 33’ desaparezca para todo el mundo en esta Comunidad”, indica el portavoz de El Pi. “Ahora bien, nos arriesgamos a que los que ya lo cobran de hace años recurran y los jueces les den la razón. No puede ser que al final tengamos que pagar indemnizaciones y atrasos más intereses”, reflexiona el diputado centrista.

Font pone el acento en la fórmula elegida, para que aunque se mantenga el cobro del plus retributivo, “en una serie de años se habrá absorbido”.

Perjudicados

El anuncio de la supresión del ‘Nivel 33’ desató la alarma entre un importante colectivo de antiguos altos cargos del PP, PSOE, UM y PSM, que se sienten perjudicados. Muchos han hecho llegar sus protestas a sus respectivos partidos, y han advertido de una ofensiva en los tribunales. De hecho, ya hay abogados ultimando contenciosos-administrativos.

Al hacer caso omiso PSOE y Més a las quejas de los afectados, éstos han desviado la presión hacia Podemos y El Pi, que han canalizado sus pretensiones.

La enmienda conjunta abre ahora un nuevo episodio bélico en el seno del Pacto. Tras percatarse de la misma, diputados de Més y PSOE dijeron estar “alucinados” con la actitud de sus socios. “Es muy fuerte que Podemos se erija en el defensor del ‘Nivel 33’”, reflexionaba uno de ellos.

Desde el punto de vista político, una vez más Font saca rédito a su estrategia. Por un lado hace un guiño a docenas de funcionarios descontentos con sus siglas. Por otro da un golpe de efecto sumando a sus postulados una fuerza tan antagónica como Podemos, y proyectar una imagen de centro de El Pi.