­El promotor de espectáculos y organizador de eventos Miquel Jaume negó ayer, ante el juez Miquel Florit, haber pagado comisiones al desaparecido partido Unió Mallorquina (UM) y, en concreto, a los exdirigentes Miquel Àngel Grimalt y Catalina Julve, a los que aseguró no conocer. Ayer las defensas, tras el testimonio del empresario, anunciaron que pedirán el archivo del caso abierto en 2012 y que prácticamente ha estado paralizado desde entonces.

Jaume, dueño del grupo Trui Espectacles, prestó testimonio durante unos 20 minutos ante el juez Florit y abogados de las defensas. El promotor fue interrogado por el posible pago de dádivas a UM a cambio de contratos, algo que rechazó tajantemente. Al final de su declaración, el testigo se quejó del daño que produce a su imagen el que le relacionen con casos de corrupción.

El juez de instrucción 6 abrió, hace ahora tres años, un sumario por la presunta financiación ilegal de UM y en el que están imputados unos quince exdirigentes de la fuerza nacionalista.

La principal prueba contra esa trama fue el testimonio de Álvaro Llompart, el excontable de UM e imputado arrepentido en varios sumarios de corrupción. Llompart sostuvo que el extinto partido nacionalista se nutría de las comisiones de entre el 3 y el 10 por ciento que pagaban los proveedores de las entidades gobernadas por ellos.

Blanquear el dinero

El dinero negro de los empresarios llegaba al partido, pero había que blanquearlo para poder cubrir los gastos ordinarios y extraordinarios de la fuerza.

El arrepentido añadió que se emplearon varios sistemas: simular aportaciones periódicas de dirigentes y militantes destacados, que previamente habían recibido los fondos opacos en UM, y venta de participaciones de la lotería de Navidad, entre otros.

Llompart aportó varios documentos para acreditar sus aseveraciones. Entre ellos destacó un presupuesto de los eventos organizados por los nacionalistas para celebrar, en octubre del 2002, sus veinte años de vida.

Según este apunte contable, Unió Mallorquina pagó parte de los gastos en dinero blanco, con su correspondiente IVA, pero la mayoría del aniversario fue sufragado con fondos opacos. Como dato anecdótico los caramelos utilizados en aquella fiesta fueron en negro y costaron 1.032,9 euros.

La fuerza presidida por Maria Antònia Munar, la principal imputada, organizó actos en recuerdo y homenaje de destacados militantes, como A. Mus; Josep Melià y Guillem d´Efack.

En todos esos eventos, que contactaron con recitales musicales y aperitivos, se usó dinero negro.

De acuerdo con las cuentas ocultas del partido, el xx aniversario costó 94.319 euros, de los que 48.662 fueron en negro.

Llompart aseguró que el mismo procedimiento se empleó en el XXV aniversario, que fue celebrado en octubre de 2007. El colaborador de la Justicia entregó también al juez de instrucción 6 documentos bancarios donde destacados militantes y antiguos cargos hacen donativos, de entre 200 y 2000 euros, al partido para costear los fastos del XX aniversario. Entre estos donantes se hallan varios exconsellers imputados en sumarios de corrupción.

Llompart mantuvo que ese dinero salió del partido, se les entregó en mano a los dirigentes en la sede, donde firmaron un recibo Luego regresó, blanqueado, a UM mediante transferencias individuales de cada dirigente.

De acuerdo con Álvaro Llompart, la fuerza nacionalista necesitaba tener unos dos millones en blanco en sus cuentas corrientes para afrontar los gastos de cada campaña electoral.

Niegan las acusaciones

El exconseller de Medio Ambiente en el Govern de Francesc Antich, Miquel Àngel Grimalt, declaró que nunca llevó sobres con dinero negro a la sede del partido. Miquel Nadal, expresidente de UM, también tildó de falsa la acusación de que él había recaudado dinero. Dolça Mulet, exconsellera de Cultura, se desmarcó de las finanzas de UM.

Maria Antònia Munar mantuvo una actitud altiva en su declaración, se encaró con el fiscal y le pidió que respetara la historia de UM. Catalina Julve rechazó de plano las acusaciones.