Una psicóloga que evaluó al matrimonio que denunció a un joven por estafa después de haberle donado fincas valoradas en 37 millones de euros ha asegurado hoy en su declaración como perito ante el tribunal que son "altamente influenciables" y que tenían "confianza plena" en el acusado.

La especialista que realizó la evaluación forense del matrimonio ha explicado que ambos son introvertidos, presentan un marcado aislamiento social y son "altamente influenciables, muy sugestionables, con tendencia marcada a la sumisión los dos", además de tener problemas para comprender aspectos de pensamiento abstracto y para manejar cifras.

En su opinión se trata de problemas genuinos en el caso de ambos, y no simulados con motivo de la denuncia por estafa, según ha explicado en la cuarta jornada del juicio en el que el acusado, L.A.R.T.R., se enfrenta a una petición de 4 años de cárcel por parte de la Fiscalía y a 8 de la acusación particular.

Según la perito, tienden a confiar "en exceso" pero no de forma indiscriminada, sino sobre todo en las personas que ellos perciben que "tienen más capacidades" o que son "mejores que ellos".

En el caso del joven a quien donaron sus propiedades, la perito considera que la confianza se basó en que es el nieto de su médico de familia, en experiencias previas satisfactorias como la compra de unos garajes a su madre, en que el joven les prestó atención cuando la mujer estaba convaleciente de una operación y que les impresionó hablándoles de su amistad con el rey y con varias personalidades.

En opinión de la perito, el matrimonio se fiaba más del acusado, en quien tenía "confianza plena", por una percepción subjetiva hacia él, que de un notario.

Según la psicóloga, sabían lo que era una donación pero no entendieron el contexto en el que las realizaron. Ha subrayado que influyó en ellos que tenían una experiencia previa buena de trato comercial con el acusado y que generalizaron la confianza plena que habían tenido en su abuelo.

En las entrevistas con la perito contaron que el joven les ofreció adquirir dos viviendas en condiciones ventajosas y les propuso las donaciones para "adquirir solvencia" y potencia económica al negociar por ellos ante un banco, alegando que las escrituras se quedarían en un cajón y las devolvería. Según la perito, en esa fase "ya no entienden nada pero se les transmite que está todo controlado".

En cuanto al estado de ánimo de la pareja, la psicóloga ha explicado que sufren ansiedad y depresión significativa, que en el caso de la mujer es anterior al proceso judicial y exacerbado por éste, y en el caso del esposo "directamente relacionado con la situación de encontrarse que habían hecho donación de todos sus bienes".

La psicóloga cree que la pareja sabía las propiedades que tenía pero "otra cosa es que fueran conscientes del valor". Ha indicado que llevan una vida "humilde, normal y austera" y ha puesto como ejemplo que el marido llevaba siempre unas gafas arregladas con esparadrapo.

Una policía que les interrogó cuando interpusieron la denuncia por estafa, que ha declarado como testigo, los ha descrito como "dos personas desvalidas". "Estaban muy nerviosos, no entendían lo que estaba pasando", ha relatado sobre el día que denunciaron y ha añadido que se mostraron "muy preocupados por su patrimonio". "Estaban muy afectados, sobre todo el señor", ha detallado.

También ha declarado hoy un familiar de la mujer, el hijo de un primo, que se enteró de lo ocurrido por la prensa y dejó el asunto en manos del abogado que contrataron quien le dijo que era "un caso clarísimo" y que recuperarían lo que habían perdido.

Posteriormente intervino para sugerir que pidieran una segunda opinión cuando la mujer le llamó para contarle que según el abogado tenían que llegar necesariamente a un acuerdo.

"Me contaron que prácticamente les sometieron a un tercer grado, les pusieron un acuerdo sobre la mesa y o lo firmaban o lo perderían todo", ha explicado el familiar. El juicio proseguirá mañana.