La Universitat y el Govern tienen cuatro meses de plazo para ponerse de acuerdo y fijar el presupuesto para la facultad de Medicina si quieren que ésta comience a funcionar en septiembre de 2016, tal y como anunció la presidenta Francina Armengol. Para cumplir ese plazo, sería necesario firmar un convenio económico entre Educación, Salud y la UIB antes de marzo, según indicó ayer el rector Llorenç Huguet. Un retraso más allá de ese mes "dificultaría" su puesta en marcha el próximo curso, apuntó el rector, que valoró igualmente la importancia del "compromiso político" de implantar estos estudios en Balears, algo en lo que ambas instituciones "están de acuerdo".

"Es un mensaje de Govern", recordó el conseller de Educación, quien señaló que se están estudiando los costes "desde distintas perspectivas". Martí March aseguró que "hay dinero suficiente" y razonó que implantar unos estudios "no es algo que se haga de golpe, sino de forma progresiva".

El plan de estudios ha sido enviado de nuevo a la ANECA (organismo del ministerio de Educación), para que reciba el visto bueno. Asimismo, se han visitado a otras facultades, como la de Girona. La cuestión ahora es cerrar los números. Según los cálculos dela UIB, el coste en 2016 sería de 600.000 euros.

De números trató ayer la rueda de prensa conjunta que ofrecieron March y Huguet para explicar el aumento de la transferencia nominativa por parte del Govern a la Universitat. Para 2016, el ejecutivo prevé transferir 56,65 millones a la UIB, lo que supone un 4,3% más respecto a 2015. El grueso (más de 50 millones), se refieren a gastos corrientes y nóminas, según desglosó el director general de Universidades, Juan José Montaño.

El objetivo es mejorar la inversión por alumno, que actualmente en Balears es de 4.084 euros por estudiante, e ir acercándose al promedio estatal, que es de 5.090 euros por alumno. Huguet valoró que con el incremento previsto la UIB empieza a acercarse a la transferencia que recibían en 2009 y que aún no se haya vuelto a esas ciras, "es el inicio de un camino"".

El aumento de tranferencia también servirá para recuperar el complemento a la excelencia investigadora, que lleva congelado dos años, y para permitir la promoción del profesorado que, teniendo los méritos necesarios, no ha podido subir en el escalafón académico los últimos años.

El rector subrayó que el grueso del incremento beneficiará al personal de administración y servicios (PAS), al haber sido uno de los colectivos más castigados por los ajustes. Respecto a los alumnos, prevén mantener las ayudas sociales y de movilidad, introduciendo unas nuevas becas para estudiantes de postgrado.

Comisión mixta

Una de las líneas de trabajo conjunta que acordaron ayer Educación y la UIB es la mejora de la formación inicial del profesorado, un punto clave según March para aconseguir el gran objetivo de mejorar los indicadores educativos. El rector aceptó hacer "una valoración autocrítica".

Cabe recordar que el pasado mes de junio, desde la propia UIB -en concreto, desde el grupo de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación- se publicó un informe con propuestas para mejorar la formación que reciben los aspirantes a maestro de Educación Infantil y de Primaria. Entre otras ideas, se propuso hacer una prueba específica de acceso, alargar el periodo formativo a cinco años o que las prácticas se lleven a cabo en centros reconocidos por sus buenas prácticas.

Mejorar la formación del profesorado es uno de los objetivos en los que trabajará la comisión mixta constituida entre Educación y UIB. Hay otras dos líneas: analizar y revisar la oferta de títulos y replsantear la financiación.

Respecto a este punto, se trabajará la posibilidad de establecer un mecanismo de ´contratos-programa´; esto es, pactar una partida concreta para lograr un objetivo determinado y ligar el dinero a la consecución del mismo.