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Guerra por el poder en el PP balear

El PP se entrega a Biel Company

La derrota del Rodriguismo y el varapalo de Génova a Gijón dejan al conseller de Bauzá sin rivales para la presidencia

Biel Company cuenta los meses que le quedan para ser el nuevo presidente del PP. Manu Mielniezuk

Los enemigos de Biel Company dentro del PP balear se rinden. El que fue conseller de Agricultura de José Ramón Bauzá tiene la pista despejada para ser el nuevo presidente del partido cuando se celebre en 2016 el congreso extraordinario. Quedan meses para la cita, pero las facciones en guerra contra los críticos -también llamados regionalistas- asumen la entrega del poder al sector que Company encabeza. Será un paseíllo militar, vaticinan a su pesar los opositores.

El único que se postulaba tímidamente para desafiarle por el liderazgo, el exconseller de Turismo Jaime Martínez, “ya ni asoma la cabeza”, admiten desde el bando que denosta a Company. “Jaime se ha desinflado, y detrás de él todos los demás”, añaden tras la victoria de Mateo Isern sobre Álvaro Gijón para la lista a las generales, y la inmediata expulsión del segundo -todavía sin aclarar- ejecutada desde Génova. Otro golpe a la moral.

Estas ‘primarias’ se plantearon para medir las fuerzas de cada sector. Los rodriguistas batallaron con Gijón en busca de un resultado ajustado: Debía visualizarse que Isern, Company y los regionalistas habían tocado techo y se les podía desbancar en el cónclave con la ayuda de Eivissa y Menorca. Los cálculos les salieron mal, y muchos cargos municipales les fallaron. Hoy por hoy Company no tiene rival que le dispute el mando.

Aun sin tener Company los galones, ya los exhibe en la sombra. El propio presidente de la formación, Miquel Vidal, le consulta los asuntos más relevantes antes de tomar una decisión. También la portavoz del grupo parlamentario, Marga Prohens, “no mueve ficha sin haber hablado antes con Biel”, relata un colega diputado.

“Es una lástima, pero es lo que hay”, se lamenta del statu quo un detractor del probable líder. Después de derrocar a Bauzá en verano por la debacle electoral, Biel Company partía con ventaja para sucederle. Aun así no las tenía todas consigo; su corta trayectoria en el PP provoca recelos entre numerosos dirigentes locales con aspiraciones, que se sienten injustamente desplazados por “un recién llegado”.

Sin liderazgo opositor

Sin embargo, el reciente golpe al Rodriguismo ha minado internamente los ánimos de sus adversarios. El principal handicap del PP no-regionalista para competir por el control del partido es la ausencia de un candidato potente que aglutine el rechazo interno a Company y al retorno del regionalismo cañellista. “No tienen referente”, sentencia un veterano conservador por los opositores. “No tenemos candidato”, refrendan al unísono un rodriguista y un oficialista.

Rafa Torres o Jaume Bauçà eran algunas de las opciones para batallar con los críticos, pero sus malos resultados -ambos han perdido la alcaldía- en los respectivos municipios de Inca y Montuïri las convierten en inviables. Paradójicamente, Company no concita el apoyo unánime del PP en su propio pueblo, Sant Joan, sin que en su caso le suponga un obstáculo.

Tampoco María Salom -la única baza remota en un momento dado de los antiCompany- se intuye como alternativa. La expresidenta del Consell juega a la discreción pero está claramente alineada con los regionalistas.

“En el partido existen hoy tres bandos”, describe el veterano antes citado: “Los regionalistas, que copan la part forana. El sector de Palma, que todavía controla [José María] Rodríguez, y los que están ‘en tierra de nadie’”. Por este último grupo se refiere al ala más escorada a la derecha y al españolismo, que vivió con Bauzá su etapa de gloria.

En escasas semanas, el expresidente popular y del Govern ha caído en el ostracismo mayúsculo. “Está absolutamente solo, no tiene a nadie. Y cuando te digo a nadie, es nadie, ninguno de sus fieles que iban siempre pegados habla hoy bien de él”, describe el aislamiento otra fuente popular. Solo el exvicepresidente del Ejecutivo, Antonio Gómez, guarda la compostura, y eso que Bauzá “tampoco se portó bien con él”, desvela un próximo a Gómez. “En fin, que los periodistas no tenéis que hablar más de bauzanistas; ya no los hay”, azuza con media sonrisa la primera fuente. “Lo peor es que [Biel] Cañellas vuelve a gobernar el PP balear. Y lo que nos espera”, remata por el padrino de Company en su conquista.

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