A menos de dos meses para que empiece el juicio oral del caso Nóos ha cundido el temor en medios judiciales a que el sindicato de funcionarios Manos Limpias, la única parte que pide la condena contra la infanta Cristina, retire su acusación, debido a las consecuencias de una querella que se ha formulado contra la cúpula de la entidad, personificada en el secretario general Miguel Bernad, y la letrada Virginia López Negrete.
La noticia de la admisión a trámite de la querella fue ayer publicada por el diario ABC, que no hizo mención alguna a las posibles consecuencias de esa investigación. La acusación contra el sindicato versa sobre una presunta apropiación indebida de 110.800 euros, aportados por decenas de afectados por la estafa en inversiones filatélicas de Afinsa.
No obstante, en medios jurídicos próximos al caso Nóos se expresó el temor a que Manos Limpias, un sindicato que no tiene afiliados y del que se desconocen sus medios de financiación, se vea presionado a disolverse o paralizar sus actividades, entre las que destaca el ejercicio de la acusación popular en los más importantes casos de corrupción política investigados en España.
Exculpación de la Infanta
La renuncia del sindicato, que ejerce la acusación popular a través de Virginia López Negrete, tendría como principal efecto la inmediata exculpación de la infanta Cristina, a quien nadie más acusa de los dos delitos fiscales que le imputa el sindicato.
El pasado 3 de noviembre Manos Limpias reaccionó a una primera información periodística sobre la querella contra su cúpula y la vinculó a un intento de deslegitimar su papel como acusación popular en el caso Nóos. En declaraciones televisivas Miguel Bernad añadió que nadie va a conseguir apartarlos de su papel de denunciantes de las tramas de corrupción.
No hay delito
Según una nota difundida por Manos Limpias, "el secretario general Miguel Bernad aclaró, en su declaración ante la fiscalía, las dudas del informe del SEPBLAC (el Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales) sobre el origen de unos ingresos del sindicato del año 2010". "El dinero surgió de la contratación de unos servicios profesionales a una plataforma de afectados de Afinsa. En concreto 900 afectados (que abonaron 100 euros por cabeza), para que el sindicato, a través de sus servicios jurídicos, interpusiera varias demandas contra la Administración del Estado por responsabilidad patrimonial", explica Manos Limpias
"Las demandas se presentaron en la Audiencia Nacional, en el Tribunal Supremo, en el Tribunal Constitucional y ahora en Estrasburgo". "Por consiguiente, el origen del dinero con nombres y apellidos, es totalmente lícito. Por lo que en modo alguno, puede haber ningún tipo de delito y menos el de blanqueo", concluye el comunicado.
Alegaban que la intervención de la sociedad inversora en sellos de correos no había sido legal y culpaban "al Gobierno intervencionista de Zapatero". "Pese a que esta acción judicial ya había sido rechazada por los tribunales en varias ocasiones, Manos Limpias volvió a recurrir. La Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional rechazaron los recursos y los inversores de Afinsa fueron condenados al pago de las costas judiciales".
En lo que se refiere a los fondos recaudados, Bernad autorizó una transferencia de 110.800 euros de una cuenta de Manos Limpias en una oficina del BBVA en Madrid a una cuenta particular en una sucursal de la misma entidad en Valladolid cuyos cotitulares eran el propio Bernad y Virginia López a título personal (ambos son de la capital castellana).
En febrero de 2011, Bernad y López ordenaron devolver esa cantidad a la cuenta del sindicato mediante cuatro transferencias. Una vez que los fondos estaban de nuevo en la cuenta del Manos Limpias, el secretario general de la organización retiró en efectivo un total de 103.500 euros y los repartió, prosigue el diario.
Según reconoció Miguel Bernad en su declaración ante la sección de Delitos Económicos de la fiscalía de Madrid, el pasado 14 de octubre, él retiró esa cantidad en metálico, se quedó la mitad para "pagar deudas del sindicato" y dio la otra mitad a Virginia López Negrete para el pago de sus "honorarios", pese a que los abogados de manos Limpias "no cobran", tal y como han declarado ambos en varias entrevistas durante los últimos años, explica el rotativo madrileño.
Manos Limpias pide elevadas condenas para la mayoría de los 18 acusados en el sumario de Nóos, entre ellas ocho años de cárcel para doña Cristina.
