Varios consellers y representantes del Govern participaron ayer en una reunión de trabajo para definir el contenido del Código Ético para altos cargos que establece unas normas de conducta para garantizar el comportamiento ético de los responsables institucionales, con el objetivo de combatir la corrupción y las malas prácticas. "¿Por qué es necesario un código ético?", fue el título de la jornada en la que se buscó la "máxima implicación" de todos los responsables políticos con los fundamentos del Código Ético, que se espera que pueda aprobarse a finales de este año o a principios de 2016 en el Consell de Govern. El contenido de este código recogerá estándares mínimos del comportamiento de altos cargos, basados en la "independencia e integridad", y también abordará otros aspectos concretos, como son la publicación de agendas, el uso de coches oficiales o la aceptación de regalos, entre otros. La iniciativa será de "obligado cumplimiento", tal y como explicó la consellera de Participación, Esperança Camps.