El PSOE ha presentado hoy en Palma la renta de ingreso mínimo vital para personas o familias sin ingresos, que va de los 426 a los 708 euros mensuales, más un máximo de 150 euros por hijo a cargo, y que es complementaria a la que implantarán algunas comunidades autónomas, como Baleares, a partir de 2016.

La renta básica llegaría en Baleares a 15.000 familias y a 6.000 niños que se encuentran en situación de pobreza infantil, uno de los principales retos a combatir con esta medida, que se incluye en el programa electoral del PSOE.

La secretaria de Bienestar Social del PSOE, María Luisa Carcedo, y el cabeza de lista del PSIB al Congreso, Ramon Socias, han explicado hoy esta propuesta en Palma, en un acto previo a la reunión que han mantenido con representantes y entidades del tercer sector de Baleares en un local de Amadip Esment.

Carcedo ha detallado que esta renta tiene carácter indefinido "mientras persista la situación de necesidad" y supondrá "la última red de protección social".

La renta consta de dos partes: de la prestación por situación de necesidad mínima, dirigida a personas o familias sin ingresos que no perciban ninguna prestación y a quienes hayan agotado el paro como una continuación de las misma; y de una ayuda por hijo a cargo, para familias con ingresos por debajo de los 17.000 euros anuales, independiente del origen de estas rentas.

Así, recibirán 150 euros por mes e hijo las familias con ingresos inferiores a los 7.100 euros; 100 euros mensuales las que tengan rentas entre 7.100 y 11.500 euros, y 50 los hogares por debajo el umbral de la pobreza.

Esta ayuda pretende llegar a 730.000 familias en el conjunto de España, a 1,8 millones de personas y 2,3 millones de niños en toda España.

El coste sería de 6.500 millones de euros anuales a cargo de los presupuestos generales del Estado, con el objetivo de luchar contra el incremento de los desigualdades sociales.

Según Carcedo, esta renta básica estimulará el crecimiento económico al incentivar el consumo familiar, en especial para las rentas medias y bajas que han sufrido un descenso de un 63 % de sus ingresos en los últimos años.