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Caso Son Espases

El IB-Salut destruyó el documento que adjudicaba Son Espases a OHL

Una testigo desvela que se le ordenó triturar el papel redactado antes de una reunión de la mesa

El juez José Castro investiga las irregularidades cometidas en el proceso de adjudicación del hospital de Son Espases. guillem bosch

El responsable del IB-Salut que presidía la mesa de contratación del proyecto de Son Espases, la mayor obra pública construida hasta el momento en Balears, ordenó la destrucción del documento por el que se concedía la obra a la empresa OHL. Un documento que reflejaba la orden del entonces president del Govern, Jaume Matas, de que se otorgara este proyecto a la empresa constructora, en contra de las otras competidoras. La destrucción de esta valiosa prueba la desveló la que fue secretaria personal de Joan Sanz, alto cargo de la conselleria de Salut, que fue elegido por el Govern Matas para que presidiera la mesa de contratación. Esta persona ya ha fallecido.

Según el testimonio de esta funcionaria, Margalida Enseñat, que no pudo especificar fechas concretas, Joan Sanz le indicó que destruyera un documento y que lo hiciera en las máquinas de triturar papel. Le llamó la atención esta orden, porque "nunca me había pedido que destruyera un documento". La secretaria, antes de acatar la orden de su jefe, prefirió leer el folio. Se trataba de "una propuesta de adjudicación del contrato de Son Espases a la empresa OHL". Un documento público que se redactó con anterioridad a una reunión de los integrantes de la mesa de contratación, que eran los responsables designados por la conselleria de Salut para que eligieran el mejor de los proyectos presentados. Teóricamente, esta decisión debía quedar reflejada después de la reunión y el documento lo debía redactar la secretaria de la mesa de contratación, no una subordinada del presidente de este órgano público.

Sin firmas y sin fecha

La testigo no pudo señalar si el documento venía firmado, ni tampoco qué fecha tenía. Lo que sí pudo confirmar es que entre los trabajadores del IB-Salut se comentaba que el concurso de Son Espases estaba "amañado".

Estas sospechas se basaban, según detalló la secretaria, en que era "la primera vez que se contrataba a una empresa externa para que valorara" las ofertas de construcción. Se trataba de Global PM, que se contrató a través de un procedimiento amañado. Y que también se acudió a otra empresa externa para que redactara los pliegos del concurso. "La justificación era que se trataba del concurso más grande de la comunidad autónoma y era muy complejo".

La mujer confesó que intervino, por orden de su jefe, en otra de las irregularidades que se están investigando. Ella redactó una propuesta, en nombre de la mesa, para que se trasladase el expediente de Son Espases al Consell Consultiu, para que se realizara un informe respecto a legalidad del procedimiento. Esta acta, que elaboró en catalán cuando todos los documentos del proceso se hicieron en castellano, teóricamente la debía realizar la secretaria de la mesa. Sin embargo, en este caso el documento lo elaboró ella y se escribió antes de la reunión de dicho órgano de contratación. La mujer no puso ni una sola línea a iniciativa propia. La redacción la dictó también su jefe, el ya fallecido Joan Sanz.

El juez Castro, en su interrogatorio, intentó establecer la fecha posible de este documento que fue destruido por la máquina de papel. Lo situó el magistrado el día 21 de julio, fecha en la que estaba previsto que la mesa de contratación anunciara el nombre de la empresa adjudicataria. Esta reunión se suspendió, precisamente a petición de Jaume Matas, al haber aparecido publicado en la prensa local el nombre del ganador del concurso.

La testigo señaló también, aunque tampoco sin aportar demasiados detalles, que Joan Sanz recibía llamadas telefónicas de representantes de grandes empresas constructoras, entre ellas la que se había elegido para llevarse el concurso. No pudo determinar si dichas conversaciones se produjeron antes o después de la convocatoria del concurso, ni tampoco pudo explicar el contenido de las mismas, dado que no las escuchó.

Explicó también, a preguntas del fiscal Pedro Horrach, que Joan Sanz solía reunirse con frecuencia con los técnicos externos que se contrató para redactar los pliegos y para valorar los proyectos. Reconoció que nunca anotó en la agenda el contenido de las entrevistas que mantenía su jefe, en especial con Global PM.

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