Las cicatrices no le han cuarteado la rapacidad de seducción. El exalcalde de Palma y futuro diputado Mateo Isern mantiene a buen recaudo su Rolex bajo la manga. Tiene que morderse los labios para no detallar las broncas que le dispensó José Ramón Bauzá. Ríe. Muestra una necesidad quizás demasiado exhaustiva de felicitar por su nombre a los jueces y fiscales que investigan la mafia de la Policía Local. De su Policía Local.

-O sea, que huye a Madrid.

-Ja, ja. Mi apuesta por Madrid es conseguir un buen resultado para que Rajoy y el PP sigan gobernando.

-Con Albert Rivera.

-No tengo ningún problema con Rivera, que ha oxigenado la política, la ha modernizado. Sin embargo, está empezando a contrastarse que Ciudadanos tiene más marketing que ideología, le falta madurez.

-Igual que Rivera, usted sabe disimular su ultraconservadurismo.

-De ninguna manera, no me siento ni siquiera conservador. Tengo un talante muy liberal en materia económica. En lo social, no digo que sea socialdemócrata, pero sí alejado de criterios conservadores.

-No se preocupe, podrá ser reivindicativo en el Congreso porque estará en la oposición.

-Si me toca, con toda naturalidad. Será una legislatura especial porque mucha gente exige un nuevo modelo de Estado, que a mí no me da miedo si hay un respaldo mayoritario.

-El PP tiene cinco diputados que no repetirá, ¿tres escaños es el precio justo?

-Las encuestas que he visto dan dos o tres, hemos de estar en tres o cuatro. Sin embargo, no se contabilizan escaños sino votos. ¿Qué considero aceptable? Recuperar los perdidos en las autonómicas.

-Los perdidos por Bauzá.

-Ja,ja. No sé cuántos votos perdió Bauzá, hemos de parar la caída del PP.

-Usted no votó a Bauzá en las autonómicas.

-Voté a Bauzá en las autonómicas, y al PP en las tres listas. Hay que ser coherente hasta el final.

-¿Y sabe si Bauzá le votará a usted el 20D?

-Creo que sí.

-Su viaje de ida a Madrid le deja sin billete de vuelta al Govern.

-Nunca quise optar a este cargo, ni tampoco a Cort. Me ilusionaba la política estatal.

-Ha sobrevivido usted a Bauzá, que hizo lo posible por enterrarle.

-Bauzá sigue siendo senador.

-¿Por qué le odiaba tanto Bauzá?

-Habrá que preguntárselo a él. Bauzá consideró que yo no era la persona adecuada para volver a ser candidato a la alcaldía, y por eso no me presenté. Usted lo sabe. Me fui con normalidad, sin hacer ruido ni dar declaraciones.

-La pregunta sigue en pie, ¿por qué le odiaba tanto Bauzá?

-Al final, por razones absolutamente incomprensibles, una relación se va enfriando y complicando. No sé por qué ocurrió, yo fui leal.

-¿Durante su travesía del desierto recibió más ofertas de El Pi o de Ciudadanos?

-He recibido ofertas, pero lo dejaremos aquí. Llevo más de 25 años en este partido, y me iré con el PP o con el PP. Tengo claro que es fundamental para el presente y el futuro del Estado.

-Usted tiene 56 años, Miquel Ramis, 57, Biel Company, 52 y José María Rodríguez andará por los ochenta. ¿En qué se basa para afirmar que el PP "es distinto"?

-Es distinto en que yo puedo ser ahora candidato al Congreso, y hace tres meses no lo pude ser a Cort. Además, ¿qué tiene que ver la edad? Históricamente, los gobernantes han tenido esas edades, porque se gana en conocimiento, experiencia, calma, tempo. Desde luego, soy mejor a los 56 años que lo era a los 36.

-Su futuro socio Rivera elogió a los menores de cuarenta.

-Cuando Rivera tenga 45 años, subirá ese listón.

-En una fenomenal filípica, Bauzá le dijo que él era el general y usted debía comportarse como un obediente sargento.

-Avancemos en el tema. Creo en la seducción, en la empatía, en los equipos, en la delegación, en la comunidad de intereses y objetivos. En no ser el centro de todo.

-¿A diferencia de Bauzá?

-Lo dice usted, que se pronuncie él.

-No faltan quienes afirman que Company es más peligroso que Bauzá.

-Que alguien me explique en qué es peligroso. Company tiene las virtudes para estar en nuestro partido y convertirse en un buen candidato para el futuro.

-¿Company es su candidato?

-Verás, en estos momentos lo considero un muy buen candidato.

-¿Por qué generaba usted mayor simpatía que Bauzá?

-No lo sé, honestamente. Siento un profundo agradecimiento por el trato recibido de los ciudadanos de a pie, incluso de quienes estaban en desacuerdo conmigo. Ha sido una sorpresa.

-¿Se sentía querido?

-Creo que sí. No por todo el mundo, pero podía pasear por la calle con tranquilidad. El noventa por ciento de las aproximaciones eran positivas.

-El Consolat decía que usted pagaba a los medios para tener buena imagen.

-Jamás. Usted podrá decirlo, si hemos pagado o no hemos pagado a ningún medio. Sería una inmoralidad, aparte de la imposibilidad por falta de recursos.

-¿Cree que superó a Ramon Aguiló, el mejor alcalde de Palma?

-No. Aguiló fue muy buen alcalde, durante doce años, y Fageda también. Yo llegué al Ayuntamiento en una situación económica extrema. Teníamos dificultades para pagar las nóminas, las cajas llenas de facturas y no podíamos aumentar un endeudamiento que superaba al permitido.

-De ahí que el PP le acuse de no haber colocado a militantes.

-Ni a militantes del PP ni a nadie, la gente me conoce.

-¿Cómo apaciguó a los indómitos Aina Calvo y Antoni Verger?

-Manteniendo una buena relación personal con ambos, otra ventaja de tener 56 años y no 36. La sintonía con el interlocutor es básica para lograr objetivos complicados.

-O sea, que los toreó.

-Todo lo contrario, éramos tres personas con nuestras respectivas ideologías, y que logramos acuerdos por encima de ellas.

-¿Le estaba indicando el camino al Govern para negociar con la marea verde?

-Me ocupé solo de mi ayuntamiento, intenté no interferir en lo que no me correspondía.

-¿Tiene usted la "planta y percha" que Rajoy le atribuyó en público?

-Veo que usted insiste mucho en este tema. Con 56 años, en estos asuntos voy a ser muy discreto.

-Bajo su mandato floreció la mafia de la Policía Local.

-En este momento es el problema más grave que existe en Cort, y lleva incrustado diez o quince años como mínimo. Me siento corresponsable, debí haber hecho más cosas en la Policía Local y no fui capaz de hacerlas. Esto solo podrá resolverse con el trabajo capitaneado por los fiscales Subirán y Carrau, por el juez Penalva. Ellos son elementos fundamentales, sin los cuales no podrá solventarse. Su actuación ha sido valiente, decidida y mantenida en el tiempo.

-Como diría el conseller Cardona, en la mafia de la Policía Local no se sabe si es peor pasar por malo o por tonto.

-¿Cree que alguien se puede enterar de algo así? Siempre tienes el conocimiento a posteriori, por la intervención del juez o el fiscal.

-Si no se enteró usted, peor lo pone.

-Si te enteras, serían meras sospechas. No rehúyo mi responsabilidad y no es excusa sino explicación, pero mi posibilidad de actuación era limitada. No puedo cambiar a un policía por una mera sospecha.

-Tampoco actuó contra el concejal de Seguridad imputado.

-El concejal tenía una situación distinta, era administrativa, por la gestión de un expediente.

-¿Quién le tendió la trampa del regalo ilegal del Palacio de Congresos?

-No sé si fue una trampa, hubo una circunstancia denunciada por Antoni Verger sobre una tasación caducada, y yo pensé que no debía firmar estando en funciones. Exigió un gran esfuerzo desencallar el Palacio de Congresos, y ahora llevamos 120 días de desatino, con un informe ad hoc que contradice al primero. Es necesario que se acabe la obra de una vez.

-El Grupo Barceló no le perdonará que no firmara la concesión del hotel.

-No estoy en política para que Barceló esté contento conmigo.

-Al irse, dejó tirados a los fieles de su equipo en Cort.

-Fue una de las cosas más dolorosas para mí. Me dolió que, cuando se decidió prescindir de mí, se hizo extensivo a todo mi equipo a excepción de Álvaro Gijón.

-Álvaro Gijón no era de su equipo.

-Claro que sí, era mi primer teniente de alcalde. Espero que el tiempo haga justicia y que recuperen sus carreras, pero no sé qué podía hacer yo. Mi situación era de extrema debilidad.

-El alcalde que descubrió Son Gotleu.

-Oye, por favor, había estado en Son Gotleu, aunque es verdad que no lo frecuentaba. Fue la barriada que visité en más ocasiones, hasta catorce o quince veces durante mi mandato. Le destiné un esfuerzo especial, y en mi despacho de Alcaldía solo había dos fotos. En una aparecía con las chicas de la limpieza del Ayuntamiento. En la otra estaba con la gente que trabaja en Son Gotleu, como los coordinadores de programas. Me la llevé a mi despacho privado.

-No le veo peleándose en campaña con el socialista Ramon Socias.

-No entiendo por qué las campañas tienen que hacerse peleando. Parece que, si no gritas, no tienes razón. Los candidatos han de transmitir confianza porque los programas, ufff.

-¿Antes de ser diputado ya viajaba en primera?

-Solo viajo en primera cuando no queda más remedio, porque no quedan plazas en turista. No estoy dispuesto a pagar esos precios.