El malestar entre los coordinadores (responsables médicos) de los centros de salud de Malorca es patente y notorio. Treinta de los 45 coordinadores no entienden las prisas del Servei de Salut para ampliar su horario vespertino hasta las ocho de la tarde, medida que, como publicó ayer este diario, prevé implantarse desde el próximo 1 de diciembre.

"Además, diciembre no es el mejor mes para hacerlo por el puente de ese mes, las vacaciones navideñas, los permisos circulares... Se lo hemos comunicado a los responsables con los que nos hemos reunido y nos han contestado que no pueden hacer nada porque se trata de una decisión política que viene desde arriba. A nadie de nosotros se nos escapa que el día 20 de ese mes se celebran elecciones generales, pero nosotros no queremos decisiones políticas sino medidas justas sustentadas en estudios de viabilidad que todavía no nos han presentado", se desahogan algunos de estos coordinadores díscolos.

"El año pasado", añade uno de ellos, "una semana antes de Nochebuena todavía no teníamos las bajas cubiertas. No entendemos que quieran hacerlo en diciembre, cuando más sustituciones hay que cubrir y que junto al de agosto son los dos peores meses del año".

Estos responsables médicos recalcan que no se niegan a un ampliación de su horario por las tardes siempre y cuando vaya acompañada de su correspondiente dotación económica y de un aumento de los recursos humanos.

Y uno de ellos pone un ejemplo. Con la ampliación prevista -Se pasará de tener un horario de lunes a jueves de 8 de la mañana a 17.30 de la tarde a una apertura de 8 a 8 de la tarde en estos días mientras que los viernes se mantendrá la jornada actual, de 8 de la mañana a tres de la tarde-, todos aquellos centros que cuenten con tan solo dos pediatras, solo podrán cubrir dos tardes este servicio y además dejando mermada la asistencia matinal porque cada uno de esos dos días uno de los especialistas comenzará a la una del mediodía para acabar a las ocho de la tarde.

Y lo que más lamentan es que, pese a que estamos a menos de tres semanas de la implantación de la medida, no se les ha presentado ningún plan de viabilidad y de aumento de personal para acometer la ampliación horaria.

Cierre de unidades básicas

"Tenemos una limitación de recursos humanos que siempre ha existido en esta comunidad (por la insularidad) y creemos que con esta ampliación horaria muchas unidades básicas de salud tendrán que cerrar por falta de personal", advirtieron.

Estos profesionales son de la opinión que es necesario cubrir al cien por cien las nuevas necesidades de personal por las tardes ya que con el horario actual, si fallaba algún profesional que debía trabajar hasta las 17.30 horas, no había inconeniente en que un compañero le sustituyera ampliando su jornada desde las tres hasta el cierre. "Es era asumible. Pero de ahí a quedarse hasta las ocho de la tarde es otra historia", advierten.

Avisan además de un posible deterioro de la calidad asistencial que se presta ya que, sin las sustituciones necesarias, puede mermarse significativamente. Y sugieren que, como mínimo, debe haber dos médicos por las tardes para hacer frente a las consultas concertadas en ese horario, para atender las urgencias que puedan surgir y para salir a los domicilios (atención en las viviendas de los enfermos) en los que se requieran sus servicios.

Admitieron no obstante que el Servei de Salut les ha informado de que estos domicilios serán asumidos a partir de las cinco de la tarde por los servicios de urgencias de Primaria -SUAP en Palma e Inca y PAC en la Part Forana-.

Por todo lo expuesto advierten que no negociarán nada si no les garantizan unos mínimos y lamentan las veladas amenazas que están recibiendo por parte de una Administración que presume de talante negociador y consenso.