­El Servei de Salut comunicó ayer a los agentes sociales que pretende ampliar el horario de los centros de salud por las tardes a partir del próximo 1 de diciembre con el objetivo de aumentar la accesibilidad de la población a estos recursos asistenciales.

Esta propuesta, revelada durante el transcurso de una mesa técnica celebrada ayer por la mañana, fue inicialmente rechazada por los sindicatos sanitarios porque no iba acompañada de ningún plan de aumento de plantilla o de cómo se cubrirán las previsibles sustituciones de los trabajadores.

Tal y como adelantó DIARIO de MALLORCA, la intención del Servei de Salut pasa por establecer un nuevo horario en los centros de salud y que pasen de cerrar a las cinco y media de la tarde a las ocho. Así, el nuevo horario sería de ocho de la mañana a ocho de la noche de lunes a jueves y de ocho de la mañana a tres de la tarde los viernes, horario a partir del cual la atención a la población quedará en manos de los servicios de urgencias de este nivel asistencial (los SUAP en Palma e Inca y los PAC en el resto de la Part Forana).

Ante la inconcrección de la propuesta presentada ayer, los agentes sociales la rechazaron por lo que la Administración les ha vuelto a convocar a finales de semana, reunión a la que ha asegurado que acudirá con una propuesta de refuerzo de plantillas más detallada.

Todos los agentes sociales se han mostrado de acuerdo con una ampliación del horario vespertino de los centros de salud para hacerlos más accesibles a aquella parte de la población que tiene complicado acudir al médico por las mañanas por motivos laborales. No obstante, todos ellos han subrayado que esta ampliación del horario no puede recaer sobre la espaldas de los empleados, que debe venir acompañada de un aumento de la plantilla y de una política diferente de cubrir las bajas y las sustituciones a la que se ha estado aplicando.

Alrededor del 80% de los coordinadores de los centros de salud se han posicionado en contra de esta ampliación de horarios por diferentes motivos y han pedido una reunión tanto a la consellera Patricia Gómez como al director general del IB-Salut, Juli Fuster, para explicarles su postura.