Una de cal y otra de arena. Se rebaja ligeramente el número de pacientes que esperan ser operados, pero aguardan más tiempo. Sube considerablemente el número de personas que aguardan ser visitados por el especialista, pero ahora lo hacen menos días. Los datos de las listas de espera de la sanidad pública balear no son buenos, admitió ayer el director general del IB-Salut, Juli Fuster, pero el objetivo de "legislatura" es que nadie espere más de seis meses un quirófano ni más de dos meses consulta con el especialista, se comprometió.

El Servei de Salut hizo públicos ayer los datos de las listas de espera quirúrgica y de consultas externas de la sanidad pública balear. Unos datos cerrados a 30 de septiembre (tercer trimestre del año) que reflejaron que en esa fecha había un total de 13.763 personas pendientes de ser operadas que aguardaban una media de 117 días. Frente al cierre del mismo trimestre de 2014, el número de pacientes que esperaban quirófano disminuyó un 1,04% (13.908 estaban en lista de espera a finales de septiembre de 2014) aunque aguardaban una semana más, 117,05 días de media frente a los 110,1 jornadas que lo hacían hace un año.

Oncológicos, menos de 22 días

Ante este dato, Fuster matizó que las patologías que no admiten espera no lo hacen, circunstancia que agradeció a los profesionales sanitarios. Así, subrayó que en los casos de intervenciones oncológicas de prioridad 1 -entre las que se encuentran, entre otras, el carcinoma de próstata, el de vejiga, el cáncer gástrico o el de colon- el diagnóstico y el tratamiento se realizan en una media de 21,73 días "desde la primera visita médica hasta que el paciente llega al quirófano", se congratuló.

El Servei de Salut abundó que en el 96,74% de los casos (13.320) en que los pacientes esperaban por una operación se trataba de una patología de prioridad normal o baja. En el 3,2% restante (443) esperaban por una patología de prioridad preferente.

Los diez procesos quirúrgicos más frecuentes son los siguientes: facoemulsificación y aspiración de catarata (2.169), extirpación de lesión de piel (1.623), colecistectomía laparoscópica con láser (689), ligadura y extirpación de venas varicosas de las extremidades inferiores (581), reparación de hernia inguinal (549), sustitución total de rodilla (531), otras extracciones quirúrgicas de dientes (423), liberación de túnel carpiano (415), artroscopia de rodilla (410), y circuncisión (368).

Con respecto a las consultas externas, el 30 de septiembre pasado figuraban un total de 61.496 pacientes en la lista de espera de consultas externas, 4.241 más (7,4%) que los que figuraban a finales de septiembre de 2014. Como dato positivo cabe resaltar que si en esta última fecha aguardaban una media de 113,14 días , ahora lo hacen 90,4, un 20% menos.

Del número total de consultas, 13.299 (21,6%) correspondían a la especialidad de oftalmología, 12.644 (20,5%) a la de traumatología y cirugía ortopédica, 6.042 (9,8%) a la del aparato digestivo, 4.950 (8%) a la de dermatología y 4.855 (7,8%) a la de otorrinolaringología, detalló el IB-Salut en un comunicado.

Por último, en lo que se refiere a las pruebas radiológicas, a 30 de septiembre había 39.868 pacientes en la lista de espera, una cifra que se había reducido un 22,08% respecto al año anterior, cuando aguardaban 51.165. En este 2015, los pacientes esperan una media de 56,65 días, casi la mitad de los 102,6 días que lo hacían el año anterior, destacó Juli Fuster.

Pequeños logros aparte, las cifras hechas públicas ayer fueron calificadas sin ambages por el director general del Servei de Salut como malas. "No son buenos datos", admitió el máximo responsable del IB-Salut achacándolos a que son el reflejo de la situación tras un periodo de vacaciones estivales en el que la actividad asistencial se ralentiza de forma considerable y a que los nuevos equipos directivos de Salud han terminado recientemente de evaluar la situación.

Tras este periodo de evaluación, los nuevos responsables se han comprometido, "como objetivo de esta legislatura", matizó Fuster, conseguir que ningún usuario de la sanidad pública balear espere más de seis meses para ser operado ni más de 60 días para ser visitado por el facultativo especialista.

Con ese objetivo, dijo, han elaborado un plan fundamentado en cinco ejes. El primero de ellos, consistirá en potenciar y ampliar la capacidad resolutiva de la Atención Primaria con el objetivo de que este primer nivel asistencial resuelva el 90% de los problemas de salud de la población.

El segundo, continuó Fuster, intentará mejorar la eficiencia de la gestión de los recursos hospitalarios durante la jornada ordinaria aumentando la productividad neta de los quirófanos y dando prioridad a la asistencia a los pacientes que sufren más tiempo de demora.

En tercer lugar el director general del Servei de Salut aludió a la actividad extraordinaria que, dijo, ya está en marcha con el objetivo de reducir las disparadas listas de espera. Fuster concretó que ya se está ofreciendo a los profesionales que así lo deseen realizar operaciones y consultas externas en horario de tarde, actividad que es remunerada aparte. Preguntado sobre cuánto dinero está previsto dedicar a esta "autoconcertación" en lo que queda de ejercicio, el responsable del IB-Salut no supo precisar una cifra aunque sí recalcó que en los presupuestos para el año que viene hay una partida de 14 millones de euros destinada a este concepto.

Como cuarto eje de actuación Fuster se refirió a un mejor aprovechamiento de los hospitales sin ánimo de lucro -Sant Joan de Déu y Cruz Roja-integrados merced a un convenio especial en la red hospitalaria pública de las islas. Por último, el quinto eje prevé un mayor desarrollo de los recursos para los enfermos crónicos con el objetivo de liberar camas de los hospitales de agudos, concluyó.