La conselleriía de Salud contará en 2016 con 74,1 millones de euros más que este año, lo que supone un incremento del 5,62 %, hasta los 1.392,21 millones, una cifra "nunca alcanzada" en unas cuentas de sanidad, con la que se prevé "revertir la situación de creciente desigualdad social en las islas". La consellera de Salud, Patricia Gómez, explicó ayer en el Parlament balear el proyecto de presupuestos sanitarios para el próximo año, que son un "reflejo de las prioridades y objetivos de este Govern y de su firme apuesta por las políticas sociales", defendió.

Las cuentas de Salud suponen el 39 % del gasto no financiero del presupuesto del Govern destinado a las consellerías; con lo que casi 4 de cada 10 euros irán a este área. Gómez anunció que a partir del próximo 1 de enero se dejará de cobrar la tasa de la tarjeta sanitaria, en el marco de los principios de "universalidad, accesibilidad, eficiencia y calidad, mediante los que se devuelve la sanidad universal y gratuita a todos los ciudadanos" de los presupuestos, ha destacado.

Para 2016 se incluye un plan de choque de 14 millones de euros para reducir las listas de espera.

El Servicio balear de Salud dispondrá del 97,9 % del presupuesto de la Conselleria, con lo que aumentará sus cuentas un 5,62 % (72,5 millones de euros) en relación a 2015, hasta los 1.362,87 millones de euros, con un incremento importante en el capítulo de personal.

El destino será la mejora de los servicios sanitarios con el fin de ajustarse "a la realidad" y poner "fin al tradicional déficit que presenta a consecuencia de una histórica infradotación presupuestaria", resaltó Gómez.