El pleno del Parlament aprobó ayer, con los únicos votos en contra del PP y de Ciudadanos, la toma en consideración de la proposición de Ley presentada por El Pi para recuperar el redactado inicial de la Ley de Normalización Lingüística, modificado en 2012 por el Govern del popular José Ramón Bauzá. La propuesta, que contó con el respaldo de toda la izquierda, comenzará así su tramitaciónpara su aprobación definitiva, que supondrá dar marcha atrás a la política lingüística de Bauzá, uno de los ámbitos que más polémica y protestas generó incluso en las propias filas populares.

De hecho, esta cuestión supuso el abandono del PP de uno de sus hasta ent0nces más destacados dirigentes, Antoni Pastor, quien quedó como diputado no adscrito y que en la actualidad es vicepresidente de El Pi. Pastor acudió ayer al Parlament para presenciar el debate en el que su compañero de partido Josep Melià apostó por recuperar "el consenso" de 1986, con el Govern del popular Gabriel Cañellas. Melià resaltó que la única duda respecto al resultado del debate de ayer era saber cuál sería el sentido del voto del PP.

La portavoz popular, Marga Prohens, ya había adelantado en los pasillos de la Cámara que votaría en contra, aunque en el pleno el encargado de argumentar esta postura fue Juan Manuel Lafuente, quien defendió la modificación de la Ley de La Función Pública aprobada por el Govern de Bauzá, con el fin de que el catalán dejara de ser un requisito para el acceso a la administración autonómica, lo que motivó el cambio en la Ley de Normalización Lingüística. "La intención y la voluntad eran positivas" dijo Lafuente quien afirmó que el objetivo era apostar por "el reconocimiento profesional" y, sobre todo, insistió en que el Tribunal Constitucional había dado la razón a los cambios del Govern del PP.

Este argumento fue replicado por El Pi y los partidos del Pacto con una postura unánime: la defensa del PP suponía dar a entender que la Ley de Normalización de 1986, también aprobada por los populares, era inconstitucional, lo que no es cierto. "No se esconda detrás de sentencias del Constitucional", emplazó al PP Nel Martí, de Més, quien afirmó que la propuesta de ayer era "el inicio del punto final al tercer decreto de nueva planta, aprobado por el Govern de Bauzá". Para Melià, "la duda respecto a si el PP optaba por lo que defendió el PP de Cañellas o por el PP de Bauzá" quedó ayer despejada: "Se han escorado en el planteamiento de Bauzá, el del conflicto en lugar de la apuesta por la lengua propia".

En los pasillos del Parlament la popular Marga Prohens, afirmó que el modelo língüístico de su partido es "el modelo del PP de 2015", en referencia a las afirmaciones de El PI y de los partidos del Pacto respecto al abandono del PP de lo aprobado por el propio partido bajo el liderazgo de Cañellas. Sólo Xavier Pericay, portavoz de Ciudadanos, compartió las tesis del PP y apoyó los cambios en la legislación lingüística balear aprobados por el Govern de Bauzá. Además, quitó relevancia a la apelación al consenso de 1986 ya que, una vez transcurridos 30 años, este acuerdo debe ser "puesto a prueba".

Frente a estos argumentos, Melià sostuvo que la lengua es "una cuestión de Estado" que se rompió en la pasada legislatura. Añadió que Balears "debe transitar del autoodio al autorespeto" y que el catalán está en situación de desigualdad. La portavoz de Podemos, Laura Camargo, calificó de "impecable" la propuesta de El Pi para dar marcha atrás a la "contrarreforma lingüística" y "la cruzada anticatalanista y anticientífica" emprendida por el Govern de Bauzá. Elena Baquero, del PSOE, se expresó en el mismo sentido y calificó de "error mayúsculo" que el PP "rompiera el consenso lingüístico".