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Al margen

Las bicicletas no solo son para el verano y Barceló habla castellano

Mientras Francina Armengol (PSIB) desplegaba todas sus habilidades políticas para vender, con un enfrentamiento convenientemente escenificado...

Las autoridades de Balears en el stand de la isla. Armengol sostiene la revista de Diario de Mallorca. david costa

Mientras Francina Armengol (PSIB) desplegaba todas sus habilidades políticas para vender, con un enfrentamiento convenientemente escenificado en público, su imagen de amazona abanderada de la lucha contra el poder opresor de Madrid, el vicepresident Barceló (Més) se dedicaba a vender la bicicleta en Londres. Que no la moto, que Balears de verdad lo tiene todo para cautivar a los ciclistas de toda Europa. De hecho ya lo hace desde hace años, pero por si alguno aún no se ha enterado y quiere sumarse al pelotón internacional que atesta en otoño, invierno y primavera la mitad de las carreteras de Mallorca, Barceló y su equipo han trabajado duro para que los británicos decidan hacer deporte en la isla. En Londres consiguieron algo inaudito: llevaron a tres estrellas del deporte británico que entrenan en Mallorca a hacerse la foto y defender las virtudes de las islas ante sus compatriotas ingleses. ¿Que eso no es tan inaudito? Esperen a enterarse de que acudieron ¡gratis! ¡Ni una libra! Un vinito y las gracias con cara de "thank you". Tres hijos de la Gran Bretaña defendiendo sin rascar céntimo las Balears que vieron nacer al mismo Rafel Nadal que cobraba por promocionar su archipiélago. Insólito. Tanto lo de uno como lo de los otros.

Estrellas ¡gratuitas!

Sus nombres son Sean Kelly, Casey Morgan y Sir Bradley Wiggins, todos muy famosos en el Reino Unido. El último ganó el Tour y varias medallas olímpicas. Es un tipo alto como un baloncestista y gracioso como buen británico.

Hay algo magnífico en el stand de Balears. Da para un buen chiste por día. A veces dos. Y en tiempo de las pantallas interactivas de Bauzá, hasta para cinco y seis situaciones ridículas por jornada. La de ayer la vio mejor el ciclista que el cronista. Tras varias horas de micrófonos que convertían a locutores en tartamudos, los organizadores del evento interruptus optaron por entregar a las estrellas invitadas un micro de esos tamaño uva que se ponen en la solapa. Uno para todos, que si no no hay chiste. Se lo iban pasando, como quien comparte colilla de cigarro, hasta que llegó a Wiggins. Había viajado desde Colombia para el evento, con la condición de que no le hiciesen hablar. Pero esto es política balear, amigos: le engañaron. Y le pasaron al tipo de dos metros lo que el definió para risa de la concurrencia como "the world's smallest mic", el micrófono más pequeño del mundo. Aunque podría haber dicho el más ridículo y no habría pasado nada.

El Govern habla español para entenderse con los ingleses

Wiggins sabía inglés y no quería hablarlo. La presidenta y el vicepresident querrían hablarlo pero no saben. Así que se agradece que no lo destrocen, como ha hecho alguno estos días (le ahorraremos el oprobio con el silencio reservado a los empresarios con mucho dinero para publicidad en medios). Y aquí viene otra situación absurda de esas que regala a diario el stand de Balears y sus cinco islas (Murcia incluida, se lo contamos ayer). La cosa le hará gracia al expresident y anglófono José Ramón Bauzá: mientras el Parlament desvestía un nacionalismo para vestir otro, recuperando para el catalán el rango de requisito para trabajar en la función pública, el vicepresident catalanista suplía su muy española carencia de inglés hablando en público en castellano para que le entendiesen los británicos. Y no me chilles que no te veo, que en catalán en Londres te comprenden aún menos. Para compensar su paso al lado oscuro de la lengua (con el que él mismo bromeaba), tanto Barceló como Armengol (que también habló en castellano para que la entendiesen los ingleses) dedicaron el final de la tarde a vender sobrasadas y gastronomía balear en una parada de metro. Compromiso con "lo nostro", que diría un adicto a la promoción con sobrasada, el citado y amortizado Bauzá. Luego la presidenta y el vice se subieron de nuevo al coche eléctrico en el que se movieron todo el día para dar visibilidad a un acuerdo con Endesa para desplegar puntos de recarga de coches por las islas. La izquierda ecologista ha vuelto al poder y ya se exhibe por Londres con su coche. Es rojo y con alma verde, claro, pero ayer no se le veía el círculo morado que completa la marca Pacte. Quizá en Fitur...

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