La revista Forbes, especializada en la tasación de grandes fortunas, le ha hecho un regalo de cumpleaños a Gabriel Escarrer Juliá en su ochenta aniversario. El clan familiar de Sol Meliá ocupa la posición número 24 de la lista anual de los magnates españoles, con un capital estimado en 1.500 millones de euros. Dado que el hotelero ocupaba el año pasado la posición 39, con 1.100 millones, protagoniza un espectacular salto de quince posiciones en la clasificación.

Escarrer encabeza la relación de los cinco linajes turísticos basados en Mallorca y que se alinean entre los sesenta más ricos de España. Fluxá desciende ligeramente de la posición 38 a la 40, con una mengua de su capital estimado en cien millones, hasta los mil actuales. Sube en cambio el imperio presidido por Simón Pedro Barceló, de la posición 48 a las 42 y de 850 a 900 millones. Juan José Hidalgo asciende del 60 al 55 sin variación de sus 700 millones. Los hermanos Riu escalan una plaza, manteniéndose en 700 millones.

Entre las noticias negativas para el club de los megarricos autóctonos, desaparece de la lista Forbes el apellido Matutes, que el año pasado ocupaba la posición 86 con 400 millones de euros. El liderazgo absoluto entre las fortunas locales permanece en manos de los también hermanos Juan y Carlos March Delgado.

Nacidos ambos en Mallorca y enfrascados en el proceso sucesorio, los March experimentan un leve retroceso de la posición doce a la catorce. Este desplazamiento se mide en una devaluación de cien millones de euros, que apenas si alcanza al cinco por ciento de un capital cifrado por la revista en 2.400 millones. La continuidad alcanza proporciones seculares en este punto. En efecto, el apellido March encabeza en solitario a las grandes fortunas mallorquinas desde hace un siglo. No lideran la lista española, pero pueden presumir de ser el único apellido superviviente durante décadas en una posición tan relevante.

Al margen de las raíces familiares, Mallorca significa un mero apéndice en la inversión y rentabilidad de los hoteleros y banqueros listados por Forbes, alimentando en torno a una quinta parte de su riqueza global. De ahí que la mejor temporada histórica del turismo no se haya traducido en un ascenso significativo de la fortuna colectiva de los megarricos.

Contabilizando los vaivenes sufridos por los distintos clanes, puede hablarse de un empate respecto a la lista de 2014. De hecho, Forbes advierte que el singular incremento registrado por Escarrer procede en buena parte de las desinversiones de Sol Meliá. Con todo, los seis miembros mallorquines de la lista acumulan un capital de 6.200 millones de euros, que cubriría el presupuesto de la comunidad autónoma durante un año y medio. Expresado de otra forma, los grandes clanes incrementan en más de seis mil euros la fortuna estadística de cada habitante de Balears.

Las inversiones cruzadas de los grandes empresarios mallorquines acentúan su éxito en más de un escaño de la lista Forbes. Los tres hermanos varones que se repartían el imperio de Iberostar hasta la muerte de Antonio Fluxá, también participan del éxito de Florentino Pérez en ACS. Los March poseen asimismo una cuota destacada de una empresa que no es descabellado apellidar de mallorquina, en razón a la composición vigente de su accionariado. Los vínculos con Mallorca de la lista Forbes no son estrictamente genéticos. Dos terceras partes del centenar de potentados mantiene una dilatada relación inmobiliaria, náutica o estival con Balears. Sobresalen los dos postulantes de Son Espases, Villar Mir y el presidente de Madrid.