El Consell de Mallorca anunció ayer que ha llegado a un acuerdo con la empresa concesionaria de la incineradora de Son Reus, Tirme, para acabar de forma definitiva con la importación de basuras. Esta decisión, avalada por informes jurídicos y económicos, supondrá paralizar la llegada de 120.000 toneladas que estaban previstas que se quemaran en Mallorca en los próximos meses.

El anuncio lo realizó ayer la consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, acompañada de la directora insular de residuos, Catalina Maria Canals. Espeja aseguró que la paralización de la importación de residuos "no supondrá el pago de indemnización alguna y tampoco que la tarifa de la incineración que pagan los mallorquines aumente el año próximo".

La no subida de la tarifa es el principal logro del Consell. Durante toda la pasada legislatura, el equipo de gobierno del PP, argumentó que la importación de basura era imprescindible para evitar que la concesionaria subiera la tarifa. Ayer Espeja y Canals desmontaron rotundamente este argumento del PP. En concreto, la directora insular de residuos apuntó que la tarifa de incinerador tiene muchas variantes y no solo se calcula en función de la toneladas de basura que se queman. Estas variantes son las que se han negociado para garantizar no gravar más a los hogares isleños.

Por otra parte, Espeja dejó claro que todos los informes avalan la paralización: "Los juristas e intervención del Consell, así como técnicos de la misma empresa concesionaria, indican que el Consell no tendrá que pagar ningún tipo de indemnización por la revocar de forma definitiva la importación de residuos. Día 30 de noviembre llega el último barco con residuos. A partir de ese día podremos decir que hemos conseguido que Mallorca deje de ser el vertedero de Europa".

En concreto, hasta el día 30 de noviembre quedan cuatro barcos por llegar a la isla. Serán las últimas importaciones de esta polémica importación iniciada por el Consell en 2013. La consellera insular de Medio Ambiente se congratuló de que se detendrán un total de 35 buques que son los que hubieran llevado estas 120.000 toneladas.

Según Espeja, de las 50.000 toneladas que debían llegar de Giugliano y Tufino e Irlanda se evitará la entrada de más de 20.000 toneladas. Además, se impedirá la llegada de 100.000 toneladas de Roma. Esta operación ya estaba autorizada por el Consell pero faltaba que el Govern acabase los trámites de autorización.

Residuos de Menorca y Eivissa

La posibilidad de que la basura de Menorca y Eivissa compense la paralización de los residuos de Italia e Irlanda ha quedado descartada por el momento. Sandra Espeja recordó que "cada consell gestiona sus residuos y tiene su modelo". No obstante, la consellera insular de Medio Ambiente se comprometió a prestarles ayuda si lo necesitan. "Ni el Consell de Mallorca ni el de Menorca ni el de Eivissa creen que la línea de gestión de residuos deba ser la incineración", apostilló Espeja.