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Comercio

Cafeterías, hornos y gasolineras quieren cerrar hoy la guerra que los enfrenta

Los presidentes de sus patronales buscan un acuerdo para limitar los posibles casos de intrusismo

Alfonso Robledo (segundo por la izquierda) anunció en mayo una campaña de denuncias junto a los sindicatos UGT y CC OO. Xisco Albertí

Hace meses que la asociación que agrupa a los bares, cafeterías y restaurantes de Mallorca abrió una guerra en el seno del colectivo empresarial al denunciar, junto a los sindicatos, lo que se calificó como un problema de competencia desleal e intrusismo por parte del sector de panaderías y de las estaciones de servicio. Los presidentes de las organizaciones que agrupan a estas tres actividades tienen previsto celebrar hoy una reunión en el seno de la patronal CAEB para intentar poner fin a un enfrentamiento que, según alguno de los afectados, está dañando la imagen de muchas empresas isleñas.

El denunciante ha sido el presidente de Restauración-Mallorca, Alfonso Robledo, que acusó a panaderías y a gasolineras de estar facilitando servicios propios de cafeterías pero a precios más bajos por beneficiarse de convenios colectivos con menores retribuciones para sus trabajadores. Esta acusación de intrusismo y competencia desleal es rechazada por los dirigentes de las asociaciones de estaciones de servicios, Jesús Salas, y de horneros y panaderos, Pep Magraner, que además reprochan a Robledo el que haya hecho públicas esas críticas en lugar de gestionar en privado las diferencias que puedan existir entre colectivos empresariales. Quizás por eso el citado encuentro tiene previsto celebrarse con la mediación del gerente de CAEB, Sergio Beltrán.

Hay un aspecto en el que Robledo y Magraner coinciden plenamente: cada vez son más los establecimientos que se definen como hornos, pero que sirven un producto previamente congelado y que no cuenta con un obrador detrás, a lo que acompañan con una oferta de bebidas frías y calientes. Según defiende el presidente de las panaderías, este tipo de locales no merecen el calificativo de hornos y deberían ser considerados como cafeterías, lo que supone aplicar el convenio colectivo de estas últimas a sus trabajadores, más costoso para el empresario.

Así pues, Alfonso Robledo y Josep Magraner no ven difícil llegar a un acuerdo para proponer una regulación que contemple que solo se podrá otorgar la categoría de horno a los establecimientos que se nutran de un obrador en el que elaborar su propia producción en lugar de hacer uso de material congelado.

Pero el margen para llegar a un consenso no va mucho más allá. Porque el presidente de las panaderías defiende el derecho de estos establecimientos a ofrecer, junto a panes y pasteles, bebidas frías y calientes, y en este sentido recuerda que el convenio de su sector ya contempla compensaciones adicionales para los trabajadores que tengan que realizar funciones similares a las de camareros. Además, recuerda que también hay cafeterías que incluyen en su oferta productos que son más propios de los hornos, sin que ello haya generado tensiones. Por ello, advierte de que no aceptará cambios que supongan limitar esas opciones actualmente existentes a la hora de atender a sus respectivas clientelas.

Más tajante es Jesús Salas al considerar que algunas de las acusaciones que se han vertido desde el sector de la restauración son fruto de la "ignorancia", y en este sentido afirma que los costes de personal previstos en el convenio de estaciones de servicio son muy similares a los que se fijan en el de hostelería, dentro del cual se enmarca la actividad de cafeterías, bares y restaurantes.

Necesidad de poner paz

Según Salas, el problema de las cafeterías es que están sujetas a un convenio que les resulta muy gravoso, pero advierte de que eso no se solventa "salpicando" con acusaciones a otros sectores empresariales. En este sentido, se recuerda que la denuncia de la asociación de restauración contra la actuación de hornos y gasolineras se ha hecho llegar recientemente al conseller de Trabajo y Comercio, Iago Negueruela.

Precisamente el daño que se está haciendo a la imagen de diferentes colectivos empresariales con esta guerra de acusaciones es lo que hace que, en opinión de los citados presidentes, sea necesario que de la reunión que hoy se celebrará en la sede de CAEB (inicialmente estaba prevista para ayer, pero se ha aplazado 24 horas a petición de dicha patronal) se salga con un acuerdo que permita recuperar la paz intersectorial, o al menos con el compromiso de no retomar las acusaciones en público y que a partir de ahora cualquier contacto entre ellos para abordar las tensiones que puedan existir entre sus respectivos sectores se gestionen con "discreción".

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