Jaume Matas tiene por delante varios procesos que se investigan en los juzgados de Palma. No solo debe afrontar el juicio Nóos, sino otros casos de corrupción como son el caso Over, la ópera de Calatrava, la construcción del hospital de Son Espases o el caso de la financiación ilegal del Partido Popular. Su nuevo equipo jurídico ha sido muy claro desde el principio: su situación es muy complicada y que tiene muchas posibilidades de ser condenado, y además con dureza, en casi todos estos juicios. Y ante esta situación lo más aconsejable es alcanzar un pacto global con la fiscalía, aunque ello suponga confesarse culpable y devolver dinero. Pero no solo se ha tenido que convencer a Matas, que es el más consciente de su difícil situación, sino también a sus familiares, que parece ser que no son tan partidarios de llegar a este acuerdo. Si este acuerdo finalmente se alcanza Matas tendría que confesar públicamente que cobró comisiones ilegales durante su mandato político. Es decir, sería el primer president de Balears que reconocería que cobró dinero de forma ilegal a cambio de favorecer a determinadas empresas a través de contratos públicos. Y, lógicamente, la fiscalía Anticorrupción no se conforma únicamente con una confesión. Exige también que devuelva el dinero que la acusación sospecha que cobró, aunque todavía no se sepa con exactitud la cifra. Y además de la cuestión económica la principal exigencia es que ingrese en prisión, dada la gravedad de los delitos que estaría dispuesto a confesar.
