Meliá Hotels International ha cerrado un acuerdo para la venta del complejo turístico Calas de Mallorca, de 875 habitaciones, por un montante de 23,6 millones de euros, según informó ayer la cadena a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Tras la venta, el complejo seguirá siendo explotado por Meliá, que no ha desvelado el comprador. Y lo hará en régimen de alquiler con renta variable.

El complejo está ubicado en una zona de acantilados, entre las playas de Cala Domingos y Cala Antena y compuesto por cinco edificios (Mastines, Chihuaguas, Balmoral y dos bloques de habitaciones familiares en los jardines Balmoral). La mayor parte de las habitaciones de la infraestructura turística cuentan con vistas al mar, y cada edificio del complejo dispone de su propio restaurante, bar salón y bar piscina.

Además, cuenta con salas de televisión, zonas de juego para niños y varias piscinas. La cadena de la familia Escarrer señala que la operación, firmada ayer, supone un "hito relevante" dentro de la consecución de las líneas estratégicas de la compañía, enfocada, a la reducción de deuda mediante la rotación de activos.

A 30 de junio, los hoteles y activos inmobiliarios incluidos en el balance de Meliá Hotels International están valorados en 3.555 millones de euros, según la última valoración de sus activos, realizada por Jones Lang Lasalle.

Meliá Hotels International logró un beneficio neto de 20,3 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supuso multiplicar por tres sus ganancias frente a las registradas en el año 2014.