Tras realizar una serie de reuniones con los coordinadores médicos de los centros de salud, el Sindicato Médico (Simebal) aseguró ayer que el 80% de ellos se opone a una reapertura por las tardes sin los recursos económicos y humanos necesarios.

Así en un comunicado, los representantes sindicales de los facultativos aseguran que "el 80% de los coordinadores o directores de zona básica de salud se opone al aumento horario y esta disconformidad ha sido reconocida explícitamente por el gerente de Atención Primaria de Mallorca, Miguel Caldentey. Los máximos conocedores de la situación de los centros son los coordinadores y éstos, mayoritariamente se oponen" a la reapertura vespertina de estos recursos asistenciales.

En la actualidad, los centros de salud tienen un horario de ocho de la mañana a cinco y media de la tarde. Las urgencias de Primaria son asumidas a partir de las cinco de la tarde y hasta las ocho de la mañana, los días laborales, y de tres de la tarde del viernes hasta las ocho de la mañana del lunes, los fines de semana, por los Puntos de Atención Continuada (PAC) en la part forana y por los Servicios Urgentes de Atención Primaria (SUAP) en Palma.

Como se recordará, la decisión de cerrar los centros de salud por las tardes -antes permanecían abiertos hasta las nueve de la noche aunque las consultas concertadas se acababan en torno a las siete y media de la tarde, momento en que el recurso asistencial se dedicaba fundamentalmente a atender urgencias- fue una de las medidas incluidas en el plan de equilibrio financiero presentado por el Govern Bauzá en abril de 2012. Y los dos partidos que conforman el actual Ejecutivo autónomo llevaban en sus programas electorales su reapertura vespertina.

De hecho, la consellera de Salud, Patricia Gómez, en una entrevista concedida a este rotativo el pasado 22 de julio, a preguntas de cuándo pensaba reabrir los centros de salud, contestó lo siguiente: "Para nosotros es muy importante tomar las medidas tras alcanzar un consenso con los profesionales. Si no hay participación, la implicación es mínima. Para conseguir realmente profesionales implicados, tienen que participar y queremos que participen en esta decisión. Cuando pasen las vacaciones de verano nos reuniremos con ellos para escuchar sus propuestas. Para nosotros, el cambio del modelo de Primaria es un eje fundamental. Y el cambio de horario debe ir asociado al cambio de modelo. Por eso queremos contar con los profesionales, para consensuar la mejor forma de hacerlo".

Y ayer, en los pasillos del Parlament, Gómez también se pronunció sobre las "reticencias" que existen ante la propuesta de reabrirlos por las tardes al apuntar que desde las Gerencias de Primaria de todas las islas han pedido a los profesionales su "colaboración" para hacerlo posible.

Y añadió que si es preciso reformar las plantillas de profesionales para hacer viable la apertura vespertina, "se reforzará", recalcó admitiendo que existe esa inquietud e insistiendo en que el objetivo es ofrecer la mejor calidad asistencial a la población balear.

Citas interrumpidas

Volviendo al Sindicato Médico, esta fuerza sindical asegura que la reapertura obedece más a "intereses espurios" que "asistenciales" y advierte de que puede perjudicar la asistencia en lugar de mejorarla. "Así, por las mañanas puede haber disfunciones y por la tarde déficits asistenciales, ya que sin aumentar sensiblemente las plantillas y dotar de más sustitutos, es decir, sin aumentar notablemente el presupuesto, la asistencia que puede prestarse es precaria, puesto que la cita previa se verá constantemente interrumpida para visitas de supuesta urgencia o urgencia real", auguran.

El Simebal es de la opinión que la ampliación horaria "no comportará beneficio alguno a la población, aumentará el gasto de forma inútil y contradictoriamente a la política de austeridad actual, perjudicará el derecho de los trabajadores a la conciliación de la vida laboral y familiar e interferirá en la función docente de los profesionales y residentes".

Además, abunda, la ampliación comportará un aumento del gasto en unos momentos en que prima el ahorro sin que ello mejore lo más mínimo la actividad asistencial y con un notable perjuicio para todos los empleados de los centros, "cuya oposición a la medida es masiva", aseguran.

Los representantes de los médicos concluyen que esta medida. lejos del consenso deseado por la consellera, se impone como un "trágala no sólo prescindiendo de las opiniones de los afectados, si no a pesar de la oposición de todos los profesionales -coordinadores, médicos, enfermería, auxiliares y administrativos-, sin una demanda social real y prescindiendo de la negociación colectiva con los sindicatos".