El humo de los coches, la masificación, la suciedad de las calles, la contaminación del aire y los incendios son, por este orden, los principales problemas medioambientales que afectan a Mallorca, según el sondeo periódico de opinión sobre residuos, ecologías y medio ambiente de Balears. El 58% de la población considera que la calidad del medio ambiente es óptima. Sin embargo, aumenta la percepción de contaminación del medio marino. Y mientras aumentan determinadas acciones en favor del medio ambiente, descienden otras, como el uso moderado de la calefacción o el aire acondicionado, y la utilización de papel reciclado. Además, el 65,2 de la población rechaza la importación de residuos.

El tercer Ecobarómetro balear, encuesta realizada por el Instituto Balear de Estudios Sociales con la colaboración de Tirme y la Obra Social de Sa Nostra, pone de manifiesto la creciente preocupación de los habitantes del archipiélago por el aumento de la presión demográfica. La percepción de masificación ha dado un salto de seis puntos respecto a la oleada del año pasado.

Para una mayoría de ciudadanos de las islas (58,5%), la calidad del medio ambiente en Balears es buena o muy buena, con una puntuación sobre diez del 6,4. Sin embargo, también aumenta la percepción de contaminación del medio marino. A pesar de que la limpieza de playas está muy valorada, los plásticos y otros contaminantes se consideran una amenaza creciente para el ecosistema.

En cuanto a quién es el responsable de todo esto, continúa aumentando la concienciación ciudadana, puesto que desciende la percepción que los temas medioambientales tienen que ser resueltos por los políticos y las instituciones (baja al 49% y al 33% respectivamente) y aumenta la que son los ciudadanos los principales responsables (hasta un 47%).

Quizá por eso, subraya la encuesta en sus conclusiones, también ha aumentado el grado de confianza en las instituciones a la hora de afrontar los problemas medioambientales, (Gobierno, Consejo de Mallorca y ayuntamientos), especialmente estos últimos, que ascienden cuatro puntos.

La percepción sobre el medio ambiente varía por islas. Mallorca representa el punto medio. Y los extremos los ocupan Menorca y Eivissa. En Menorca, el indicador de satisfacción con el medio ambiente, es decir el número de personas que están satisfechas o muy satisfechas con la conservación del medio natural, alcanza un 78% del total, muy alejado de la media de Balears. En Eivissa, por el contrario, ese registro baja hasta el 43%. Es cierto que el nivel de exigencia es también muy alto, pero el porcentaje de los que opinan que la calidad del medio ambiente es mala o muy mala se ha reducido en casi tres puntos, pasando del 10% al 7,2%. Donde perciben la peor calidad los ciudadanos es Eivissa , donde la percepción de mala es de un 13%.

Otro dato de la encuesta que llama la atención, es que a una gran mayoría de la población, un 65,2 por ciento le parece mal que en Mallorca se traten y reciclen residuos importados de otros países. Un 66% de la población conoce la política del Consell de Mallorca, pero sólo un 10,9% de la población la aprueba.

En la misma línea que en las dos primeras oleadas, el Ecobarómetro expuso a los encuestados veinte acciones relacionadas directamente con la protección del medio ambiente. Y la conclusión es que aparecen comportamientos claramente instalados en la población frente a otroas que muestran un margen de crecimiento o mejora muy amplio.

Las acciones que avanzan

Los más consolidados se mantienen en parámetros estables, pero otros experimentan cambios. De entre estos destacan conducir despacio para contaminar menos (56,4%), que sube trece puntos. Comprar alimentos ecológicos (57,1%), que aumenta diez puntos, con especial incidencia a la part forana. Llamar al Ayuntamiento para deshacerse de electrodomésticos o escombros (91,4%), que sube seis puntos. Comprar envases reutilizables (74,4%), que sube cinco puntos. Limitar el consumo de agua corriente (93,7%), que crece casi cuatro puntos. Y utilizar bombillas de bajo consumo (96,6%), que sube dos puntos. No obstante, frente a estas acciones que experimentan mejoras en su implantación, aparecen otras dos en retroceso: reducir el uso de la calefacción o del aire acondicionado (85,5%), que baja cuatro puntos; y utilizar papel reciclado, que desciende también cuatro puntos