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Mosquito tigre

Un invasor molesto y peligroso

Es silencioso, vuela bajo y no espera a que caiga el sol para comenzar su actividad - Sus picaduras son más dolorosas que las de otros mosquitos y se ha extendido por toda la isla desde que llegó hace tres años por los últimos y cálidos otoños - Además, es un potencial agente trasmisor del virus Chikungunya que hoy prolifera en Centroamérica y Caribe

Los mosquitos tigre tienen una coloración negra con rayas blancas en tórax y abdomen. Son algo más pequeños que un mosquito normal y tienen entre cinco y diez milímetros de longitud. M. A. Miranda

El mosquito tigre (Aedes albopictus), especie invasora originaria del sudeste asiático cuya presencia se detectó en Mallorca por primera vez hace tres años, en 2012, en el municipio de Bunyola, es un molesto visitante cuya presencia será ya muy difícil erradicar, en opinión de los expertos consultados para escribir este reportaje. Es fácil de identificar por las manchas blancas que presenta en diferentes partes de su cuerpo, sobre todo en el abdomen y en las patas traseras.

Y se trata de un díptero especialmente molesto. Es básicamente urbanita, puede colocar sus huevos en pequeñas cantidades de agua como el plato de una maceta o pequeños charcos, esto es, no precisa de grandes humedales para completar sus ciclos reproductivos. Y tiene actividad diurna. A diferencia de otros mosquitos, no pica a partir del atardecer sino a lo largo de todo el día. Aprovecha cualquier resquicio o ventana abierta para introducirse en las viviendas y proseguir allí su actividad. Y sus picaduras son más dolorosas que las de otros insectos similares, quizá porque todavía la población balear no se ha acostumbrado a los alérgenos que contiene su saliva.

Vuela a baja altura y quizá por eso son más proclives a picar en las extremidades inferiores. Y no tiene mucha autonomía de vuelo para desplazarse -algunos expertos hablan de no más de 400 metros- por lo que han usado el transporte humano -coches, trenes- para colonizar ya prácticamente la totalidad del territorio de Mallorca.

"Sí, ya está extendido por toda Mallorca. En Eivissa fue detectado en 2014 y en Menorca ha sido visto este mismo verano, aunque estos avistamientos no han sido confirmados", detalla Miguel Ángel Miranda, profesor de Zoología de la UIB y auténtica autoridad sobre el mosquito tigre en esta comunidad.

Diez grados

"Este verano hemos tenido muchos mosquitos debido al cálido otoño que tuvimos el año pasado", explica Miranda, que no sabe precisar con certeza cuándo acabará la actividad de esta especie con la llegada de los primeros fríos.

"Lo que sí sabemos es que con temperaturas de unos 15 grados este tipo de mosquitos ya tiene problemas para moverse con normalidad y cuando el mercurio no sobrepasa los diez ya es difícil que sobrevivan. Pero esto son los adultos, los huevos sobreviven y eclosionan con la llegada del buen tiempo en primavera. Además, las temperaturas suaves les dan más tiempo a los ejemplares adultos a completar sus ciclos reproductivos y poner más huevos que se traducirán, el verano que viene, en más mosquitos", advierte el profesor de Zoología.

"Además, cada año aumentará su población y colonizarán nuevas zonas", señala el experto universitario que reconoce que, desde la aparición del mosquito en Cataluña en el año 2004, "estábamos esperando su llegada aquí".

Pero, ¿cómo llegó? La hipótesis más extendida es que llegó a bordo de un barco en cualquiera de las modalidades de transporte que proliferan en los meses estivales. Ramón García, de la dirección general de Salud Pública, concreta que apareció en Palmanyola y en el polígono industrial Cas Binissalamer, por lo que todo apunta a que entrara en algún neumático o en algún material de reciclaje.

Este experto revela que la mayor eclosión de estos mosquitos no se produce en verano, sino cuando comienzan las lluvias de final de verano e inicio del otoño. "En verano hay más sequedad y ellos precisan de humedad para poner sus huevos y reproducirse, por lo que proliferan sobre todo en los núcleos urbanos, donde se aprovechan de los riegos en los parques públicos y de las pequeñas acumulaciones de agua en los hogares", concreta García.

El especialista, que coincide con Miranda en que el mosquito ya está presente en prácticamente todos los municipios de Mallorca, recalca que su autonomía de vuelo es muy escasa -los citados cuatrocientos metros- y que por tanto ha "colonizado" el conjunto de la isla a bordo de transporte humano: "Yo me he desplazado en coche de un punto a otro de la isla con un mosquito dentro del coche que, encima, me ha masacrado a picotazos". No son ruidosos, pican de día y sus picaduras son muy reactivas, reitera alguna de las cualidades que adornan a esta especie de díptero.

"Es antropofílico (organismo especialmente adaptado para parasitar o infectar al hombre), esto es, tiene querencia por picar a los humanos. ¿Por qué? Porque la sangre humana le va bien para completar su ciclo reproductivo. Además, este verano hemos comprobado de forma fehaciente que se introduce en las casas buscando víctimas, aprovecha cualquier resquicio o ventana abierta para colarse", añade el profesor Miranda, que confirma que esta especie, al no poder desplazarse a grandes distancias, utiliza el transporte humano. "Puedes transportarlo de una manera tan simple como llevándole en una maceta de tu casa de Palma que traslades en verano a tu segunda residencia en la part forana", añade Miranda otras peculiaridades de estos mosquitos rayados.

Sobre el por qué de la popularidad y la resonancia que ha tenido este mosquito, el zoólogo admite que sus picaduras son más aparatosas y molestas que las de otros ejemplares aunque atribuye este hecho a que el organismo de la población local no está aún acostumbrado a los alérgenos que contiene la saliva de esta especie que, como quien dice, acaba de llegar a la isla: "Las poblaciones humanas precisan de más tiempo para acostumbrarse a las picaduras de estos mosquitos nuevos", recalca Miranda.

Ramon García explica el actual modus operandi de las autoridades contra esta especie escurridiza y que parece tener el don de la ubicuidad: "Al tratarse de una especie invasora, el tema recayó en el servicio de protección de especies dependiente de la conselleria de Medio Ambiente, que coordinó a las otras instituciones implicadas, a saber: los ayuntamientos afectados por su presencia, la dirección general de Salud Pública por ser este insecto un posible trasmisor de enfermedades a los seres humanos, al departamento de Zoología de la UIB y a las empresas especializadas en la lucha contra estas plagas. No obstante, todas las actividades tendentes a erradicarlo y a controlarlo son competencia exclusiva de las corporaciones locales".

El trabajador de Salud Pública revela además que el mosquito tigre es un vector (agente trasmisor) de enfermedades como la Chikungunya, la fiebre amarilla o el dengue. "Ahora el virus de Chikungunya prolifera en Centroamérica y países del Caribe y ya hemos tenido más de doscientos casos detectados en España, casi todos ellos de personas que lo contrajeron durante sus vacaciones en aquellos lugares. Y puede darse el caso, y esto es lo que más alarma provoca, de que un mosquito pique a un turista recién llegado con el virus y lo trasmita picando a otras personas autóctonas que no han salido de la isla. Si tenemos el mosquito tigre, corremos el riesgo de que el virus de Chikungunya se extienda", advierte.

"Ya tenemos al vector"

El virólogo de Son Espases Jordi Reina admite que una infección autóctona es posible pero poco probable. "El vector ya lo tenemos. Solo nos falta el virus", advierte no obstante. Este especialista matiza que para que se infecte una persona que nunca ha estado en los países donde prolifera la enfermedad ha de producirse la siguiente secuencia: La persona infectada ha de estar en la fase aguda de la enfermedad, entre los 3 y los 7 días de haber sido contagiado, con el virus Chikungunya circulándole por la sangre. El mosquito coge el agente al picar al enfermo y lo trasmite al picar a una persona sana.

"Antes de morir, el mosquito podría picar a cuatro o cinco personas, pero lo normal sería que una persona infectada acuda a su centro de salud y allí, una vez sopesados los síntomas y cuando el personal sanitario haya averiguado de qué país acaba de llegar el paciente, sea diagnosticado e ingresado en un hospital, donde difícilmente será picado por un mosquito que luego pueda trasmitir el virus a otra persona", tranquiliza Jordi Reina.

Este virólogo confirma que en Son Espases ya han tenido tres o cuatro pacientes con Chikungunya, pero con todos ellos llegaron a las tres o cuatro semanas de haber contraído la enfermedad, ya en la fase crónica de ella. "Eran personas de Centroamérica que se habían contagiado durante su estancia allí de varias semanas y vinieron con las secuelas típicas de la enfermedad, dolor de huesos y articulaciones", diferencia.

Sobre si el virus Chikungunya puede llegar a ser letal, el especialista dice que sí, pero únicamente para pacientes inmunodeprimidos, personas que acaban de recibir un trasplante hepático o sufren una leucemia, pone como ejemplo. "Para el 95% de la población se comporta como una gripe. Una gripe muy fuerte, eso sí, con fiebre, dolor del tejido muscular y molestias articulares, como un trancazo a lo bruto", diferencia el virólogo.

Reina concluye que tener el virus de Chikungunya, hasta ahora, no era demasiado preocupante porque no había un agente capaz de trasmitirlo. Ahora sí lo hay. Y en forma de un molesto, pequeño y silencioso mosquito que pica a todas horas del día y que ha llegado a Mallorca para quedarse.

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