El Tribunal Supremo ha rechazado revisar la condena del periodista Antonio Alemany, redactor de los principales discursos del expresident del Govern Jaume Matas, y que había alegado que una testigo en su juicio, la exdirectora general de Comunicación del Govern de Francesc Antich, Gina Garcías, había mentido para perjudicarle. El Alto Tribunal desestima la pretensión de Alemany porque para revisar su condena haría falta que Garcías hubiese sido condenada por falso testimonio.

Alemany fue juzgado, y condenado, por la sección primera de la Audiencia a raíz de que, dentro de las pesquisas del caso Palma Arena, se descubriera que, entre 2003 y 2007, recibió unos cuatro mil euros al mes del Govern por escribir los discursos de mayor calado político de Matas. El periodista optó por cobrar ese dinero por mediación de la agencia de publicidad Nimbus, que fue contratada por el Govern para un falso servicio de asesoría. Nimbus también hizo trabajos electorales para el PP en negro.

Por otro lado, Alemany disfrutó de un trato de favor por parte de Jaume Matas a la hora de recibir subvenciones públicas para su diario y su agencia de información de ámbito balear, ambos de carácter digital. Matas fue condenado a 9 meses de prisión, que cumplió en la cárcel de Segovia, por tráfico de influencias en favor de Alemany.

El Tribunal Supremo absolvió, en julio del 2013, a Alemany de varios delitos por los que le había sentenciado la Audiencia, pero confirmó otros y le condenó a dos años, tres meses y un día de prisión e inhabilitación absoluta por 4 años y 7 meses. El periodista ingresó en la cárcel de Palma en septiembre del 2014 para cumplir su condena.

La solicitud de revisión ahora desestimada se basaba en una sentencia de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo de 2014. Según ese fallo, Antonio Alemany tenía derecho a recibir fondos públicos para su agencia, que desapareció hace unos años. La sentencia se basó en que la conselleria de Relaciones Institucionales cambió, arbitrariamente y en agosto del 2007, las puntuaciones dadas a la solicitud de Alemany, para que éste no recibiera fondos.

El Supremo calificó ese cambio de puntuación de "actuación arbitraria", que no ha sido explicada suficientemente por el Govern y que supone una clara "desviación de poder".

La sentencia del Tribunal Superior de Justicia atribuyó a la exdirectora general de Comunicación del Govern del Pacte, Gina Garcías, el dictar una resolución el 7 de agosto del 2007 para revisar las puntuaciones adjudicadas en junio a Alemany.

El fiscal se opuso

La fiscalía del Tribunal Supremo se opuso a la revisión de sentencia y recordó que Alemany había sido condenado en virtud de otras pruebas distintas al testimonio de Gina Garcías y que ésta no ha sido sentenciada por falso testimonio.

Alemany sostenía que la exdirectora general del Pacte mostró animosidad contra él en el juicio. "ocultó su interés en el asunto" y "faltó a la verdad perjudicándome". Por su parte, Gina Garcías ha negado haber incurrido en desviación de poder en relación a las peticiones de ayudas de Alemany y da otra versión de lo ocurrido: "Alemany vino a verme a mi despacho, en el verano del 2007, cuando yo apenas llevaba quince días en el cargo, y me amenazó diciendo que nos llevaría a los tribunales si el Govern del Pacte no le daba los 593.000 euros de subvención que reclamaba".