Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Construcción

Los proyectos para edificar nuevos pisos alcanzan mínimos históricos

Las viviendas plurifamiliares visadas durante este año por los aparejadores en Mallorca se sitúan en una media de doce al mes

Los problemas de financiación y del precio del suelo limitan los proyectos de nuevos plurifamiliares. M. Mielniezuk

Los proyectos que se registran en Mallorca para la construcción de nuevas viviendas plurifamiliares están alcanzando este año mínimos históricos y se pone en evidencia el problema que para la mayoría de los isleños supone el acceder a un piso de nueva construcción. Solo los visados de chalés presentan una mejoría durante el presente ejercicio, aunque en buena medida se debe a la legalización de inmuebles ya existentes de la mano de la Ley del Suelo impulsada por el exconseller Biel Company.

El derrumbe que la promoción residencial ha registrado en Mallorca puede ser calificado de espectacular si se tiene en cuenta que la cifra de viviendas visadas en la isla durante los nueve primeros meses de este año (un total de 614) no alcanza ni una décima parte de la que se registraba en 2007 (8.355), durante los últimos coletazos de la llamada 'burbuja del ladrillo', según se pone de relieve en el informe facilitado por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Mallorca. Pero el problema se agrava si se tiene en cuenta que esta caída se ha cebado muy especialmente sobre los inmuebles plurifamiliares, es decir, aquellos que son más asequibles para el bolsillo de los residentes en la isla y en los que tradicionalmente se concentra la demanda.

En concreto, entre enero y septiembre de este año los aparejadores han visado en Mallorca proyectos para 114 plurifamiliares, una cifra impensable durante las últimas décadas ya que supone ofrecer una residencia de nueva construcción para una media de poco más de 12 familias al mes. Como referencia, basta señalar que durante esos mismos nueve meses de 2007 ese número había sido de 6.661 plurifamiliares.

La evolución pone en evidencia la dureza de este descenso imparable por el momento: tras el citado dato de los nueve primeros meses de 2007, en ese mismo periodo de 2008 se alcanzaron las 2.245, para pasar a 537 en 2009, 481 en 2010, 438 en 2011, 263 en 2012, 361 en 2013 (único año de esta serie con un ligero repunte), 189 en 2014, y las 114 de 2015.

El hecho de que los proyectos para nuevos pisos sigan a la baja contrasta con el cambio de tendencia que aparece en los proyectos para los inmuebles dirigidos principalmente a un mercado de mayor poder adquisitivo, como es el de los chalés, donde sí se da ya una evolución al alza, aunque este caso también debe de ser matizado.

Durante los primeros nueve meses de este año, los aparejadores han visado proyectos para 459 viviendas unifamiliares, y en este caso sí aparece ya una evolución al alza por segundo año consecutivo, tras las 199 contabilizadas entre enero y septiembre de 2013 y las 220 de 2014. Como referencia, hay que apuntar que durante los primeros nueve meses de 2007 esa cifra fue de 1.042, para bajar ya a las 503 en 2008.

Legalizaciones de la LAUS

Pero como se ha indicado, el aparente fuerte impulso de los chalés de este año requiere ser matizado. De los citados 459 proyectos de este año, 169 corresponden a unifamiliares que ya estaban construidos pero en situación irregular, y que han iniciado los trámites para su legalización gracias a la Ley de Ordenación y para el Uso del Suelo (LOUS) impulsada durante la pasada legislatura por el que fuera conseller Biel Company. Eso supone que los plurifamiliares nuevos se limitan a 290, todavía por encima del dato del año anterior, aunque ya con un crecimiento más moderado.

Las causas de esa mejoría en el caso de los chalés, frente al continuo recorte de los plurifamiliares, es bien simple y está relacionada con el poder adquisitivo de los propietarios de esos unifamiliares: en la mayoría de los casos, se trata de personas con importantes recursos económicos, muchos de ellos extranjeros, que tienen capacidad para pagar el elevado valor que han alcanzado los solares y ponen en marcha la edificación de su futura vivienda en régimen de autopromoción, es decir, los propietarios se encargan directamente de contratar al arquitecto y a la constructora para desarrollar el proyecto.

En cuanto a las viviendas adosadas, durante los nueve primeros meses de este año se han visado en Mallorca un total de 41, por debajo de las 44 de 2014 y de las 47 de 2013, aunque mejorando el mínimo de 18 que se dio en 2011. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que también el valor de este tipo de inmuebles suele ser superior al de un piso, lo que hace que estén en un mercado dirigido a personas de nivel medio-alto en sus recursos económicos.

Eso hace que el total de viviendas visadas en la isla entre enero y septiembre de este año se quede en 614, mejorando la cifra de 453 del mismo periodo del pasado año. Pero si se descuentan las 169 derivadas de las legalizaciones de la Ley Company, el resultado es de 445 proyectos de nueva construcción, de nuevo ligeramente por debajo del dato de 2014.

Las causas de esta tendencia vienen siendo denunciadas desde hace meses tanto por aparejadores como por promotores inmobiliarios y constructores: en Mallorca apenas queda suelo urbanizable a precio asequible que permita levantar edificios de viviendas cuyo precio sea asumible para el bolsillo de la mayoría de las isleños, o al menos no lo hay en los municipios en los que se concentra la mayor demanda, como es el caso de Palma o Calvià, un aspecto sobre el que insiste el nuevo presidente de los promotores, Luis Martín, tal y como quedó recogido en la entrevista que Diario de Mallorca publicó el pasado sábado.

Es por eso que en el sector se observan con especial preocupación los mensajes que se lanzan desde los nuevos equipos de gobierno del Consell de Mallorca y desde el Govern respecto a posibles recortes en las denominadas áreas de crecimiento, es decir, los terrenos en los que se contempla la futura expansión de las ciudades mallorquinas.

Tal y como se ha venido señalando, el escaso suelo disponible está principalmente en manos de bancos, del Sareb y de unas pocas empresas promotoras, lo que favorecen las maniobras especulativas destinadas a mantenerlo retenido para que siga incrementando su valor. A ello se puede sumar el déficit de financiación por parte de la banca que todavía existe.

Situación por municipios

La escasez de nuevos proyectos para la edificación de viviendas plurifamiliares resulta especialmente alarmante en algunas poblaciones isleñas.

Según los datos facilitados por el Colegio de Aparejadores, de las 114 visadas durante los nueve primeros meses de este año, 69 se encuentran en Palma, población que en este momento concentra la mayor demanda. El segundo puesto lo ocupa Calvià, con 24 proyectos visados. Les siguen los municipios de Pollença, con 10 plurifamiliares, y Alaró, con seis.

La lista la cierran, con una sola vivienda visada en nueve meses, las poblaciones de Binissalem, Campos, Felanitx, Marratxí y Santa Margalida, proyectos que suelen consistir en ganar una planta sobre una construcción ya existente.

Eso pone en evidencia un aspecto destacado por Luis Martín: municipios de la importancia de Manacor o Inca no registran ni un solo proyecto para la edificación de viviendas plurifamiliares, lo que refleja los problemas que las familias residentes tienen a la hora de aspirar a una vivienda nueva, y explica el que en este momento los mercados más dinámicos sean, con diferencia, los de la segunda mano y el alquiler.

Por contra, los proyectos de los chalés muestran la predilección que sus futuros propietarios tienen por las zonas del litoral, dado que en buena medida se trata de ciudadanos extranjeros, al margen de los casos antes señalados de la legalización de construcciones ya existentes y que se encontraban en situación irregular.

Así, Pollença asume el liderazgo, con 82 proyectos visados para la construcción de nuevos unifamiliares, a la que sigue Santanyí con 43. Llucmajor aparece en tercer lugar, con 37.

Por detrás de estos tres municipios se sitúan Manacor, con 28 proyectos visados; Calvià, con 24; Palma, con 20; y Campos, con 19 chalés. En este caso, hay que apuntar que la mayoría de los municipios mallorquines presenta algún proyecto debido a las legalizaciones antes apuntadas.

Compartir el artículo

stats