Los hoteleros no están satisfechos con la postura -muy laxa en su opinión- que mantiene el PP balear contra la ecotasa que va a aprobar el Govern de izquierdas. La cúpula de la patronal considera que los populares están haciendo una oposición de baja intensidad respecto al impuesto turístico, y han expresado su enérgico malestar ante el partido.
Por su parte, los conservadores se muestran reacios a que se les identifique como los únicos que defienden los intereses hoteleros. Tienen asumido que el Pacto volverá a implantar la ecotasa y temen que si tiene éxito y no merma el número de turistas, ésta no tenga marcha atrás incluso si el PP regresa al poder dentro de cuatro años. A los hoteleros les replican que tampoco ellos se muestran tan combativos como antaño.
Los empresarios han hecho llegar su enfado al PP de Madrid, que ha pedido a la dirección balear que aumente el nivel de beligerancia contra la ecotasa, especialmente hasta las elecciones generales. "Es importante que cale el mensaje de Rajoy de que el PP está radicalmente en contra de nuevos impuestos", ha enfatizado a la dirección popular balear Isabel Borrego, la secretaria de Estado de Turismo del Gobierno, y aspirante a encabezar la lista por Mallorca a los comicios del 20 de diciembre.
Desde que PSOE, Podemos y Més anunciaron el compromiso firme de restaurar la ecotasa, al suscribir los acuerdos de gobernabilidad, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha buscado al PP como principal aliado para librar la batalla política de rechazo, explican desde la propia formación. Sin embargo, los hoteleros discrepan con la estrategia adoptada por los populares, que tachan de tibia, y por ello hace unas dos semanas su presidenta, Inmaculada Benito, transmitió personalmente el enojo del colectivo al presidente del PP, llegando a recriminarle que el partido ahora parecía estar de acuerdo con la ecotasa.
"¿Acaso los hoteleros vais a hacer la misma guerra que hace doce años?", explican fuentes próximas a Miquel Vidal sobre lo que respondió el dirigente popular.
Derrocamiento de Antich
Benito admitió que la FEHM no estaba en condiciones de plantar batalla como en el primer Pacto de Progreso, cuando se aplicó por vez primera la ecotasa y abanderó una feroz oposición, hasta el punto de que se le atribuye la responsabilidad de la derrota electoral del socialista Francesc Antich en 2003. La izquierda denunció graves presiones de los hoteleros a sus trabajadores para que votaran al PP, bajo la amenaza de perder su trabajo si la izquierda volvía a gobernar.
En el PP balear afirman que van a mantener su línea contraria al impuesto turístico, pero también reconocen que en esta ocasión la coyuntura económica, social y política no es equiparable a la de entonces. "Hay una mayor aceptación de la ecotasa" entre la ciudadanía balear, señalan las fuentes citadas, de ahí que al PP "no le interesa pasar ante la opinión pública como el partido de los hoteleros".
La nueva dirección de los populares tiene asumido que el tripartito, tarde o temprano, y a pesar de su inestabilidad continua, aprobará la aplicación del impuesto turístico. Aunque el PP rechaza tajantemente este gravamen, hay abierto un debate interno sobre qué tipo de oposición ejercer al mismo. No hay que olvidar que el PP está sumido en una profunda crisis de liderazgo y discurso, amén de una guerra intestina entre el sector regionalista y más moderado, por un lado, y el españolista y más derechista por el otro. Así las cosas, los todavía fieles al derrocado presidente José Ramón Bauzá son partidarios de hacer un frente común con los hoteleros, mientras los críticos son más partidarios de una cierta equidistancia, y hacer hincapié en la campaña para que los residentes no paguen el nuevo impuesto, o que éste se cobre por igual en todos los alojamientos turísticos y no solo en los hoteles.
Borrego y Vidal
A la patronal no le convenció la actitud de Miquel Vidal, y así lo hizo saber recientemente en Madrid. Isabel Borrego fue apercibida para que llamara al orden al PP balear, algo que algunos en Palma se toman a risa. "Esta que quiere ser la diputada cunera, ¿quién es para decirnos lo que tenemos que hacer?", protesta a este diario un importante cargo de la formación.
En las conversaciones para fijar una ofensiva que tranquilice a los hoteleros, Borrego ha secundado al aparato del PP balear su temor de que la ocupación hotelera en las islas no baje en los años siguientes a la reimplantación de la ecotasa, y en consecuencia todo el argumentario de la pérdida de visitantes y competitividad de Balears como destino turístico se vaya al traste. En el caso que los números acompañen al actual Govern, "aunque el PP volvamos a gobernar será muy difícil justificar la derogación" del impuesto turístico, tal y como hizo Jaume Matas en 2003, se sincera un cargo popular.
Vidal intenta ahora calmar las aguas y que la irritación de la patronal hotelera no vaya a más. No obstante, la FEHM no tiene visos de rebajar su presión.
