La defensa de Diego Torres solicitó ayer a la Audiencia de Palma que invite al rey Felipe VI a ser testigo en el juicio del caso Nóos y que si acepta se le tome declaración, a pesar de la dispensa legal que tiene el jefe del Estado para testificar.

Manuel González Peteers, abogado de Diego Torres y de la esposa de éste, Ana María Tejeiro, presentó ayer en la Audiencia un escrito de protesta por la denegación de buena parte de la abundante prueba testifical y documental que había propuesto para el juicio del caso Nóos. La Audiencia rechazó esas pruebas al entender que muchos de los testigos reclamados por Torres iban a servir para acreditar que los foros organizados por Nóos realmente se hicieron, algo que no cuestionan las acusaciones.

Peteers solicitó varios cientos de testigos, entre ellos Felipe VI; su hermana la infanta Elena; sus padres, los reyes Juan Carlos y Sofía; la infanta doña Pilar; la princesa Corinna y hasta Jaime de Marichalar, exesposo de la infanta Elena. El tribunal los descartó al entender que no son necesarios para aclarar los hechos.

El escrito de protesta reconoce que Felipe VI está exento de acudir como testigo a juicios, pero ese impedimento legal no es obstáculo para que el propio Rey decida si "es de su interés contribuir al esclarecimiento de los hechos".

Según el abogado barcelonés, don Felipe, tal y como se prueba en los correos aportados, conoció la realidad del instituto Nóos, "que no es delictiva".

El abogado argumenta que el tijeretazo que la Audiencia ha dado a su batería de pruebas "implica la conculcación del derecho a la tutela judicial efectiva, a la defensa y a utilizar los medios de prueba" que recoge el artículo 24 de la Constitución.

Peteers alega que sus testigos, entre los que abundan antiguos colaboradores de Nóos o participantes en los foros, servirían para demostrar que las tesis de las acusaciones sobre el desvío de fondos no son verdad.