No fue tan multitudinaria como se preveía pero al menos medio millar de trabajadores públicos sanitarios y de Servicios Generales se concentraron ayer tarde por espacio de casi dos horas frente al Consolat de la Mar para expresar su malestar por la suspensión de los acuerdos que les permitían recuperar los complementos de carrera profesional paralizados desde hace más de seis años en el mejor de los casos.

Durante la concentración, el jefe de gabinete presidencial, Pere Joan Pons, recibió a los líderes sindicales y se comprometió a fijarles una reunión con la presidenta Armengol, según revelaron después.

En un ambiente festivo amenizado por los ensordecedores tambores de una batucada, Miguel Lázaro, del Sindicato Médico, animaba a la presidenta Armengol a bajar y a bailar con ellos una conga como hizo el otro día frente al Parlament tras derogar la polémica Ley de símbolos: "Que baje a bailar y que se ría con nosotros, no de nosotros. A tenor de lo que pudimos presenciar el otro día en el Parlament, hay gente contenta a pesar de la emergencia económica que al parecer se vive en las islas", se desahogó Lázaro.

"Armengol, nos has metido un gol", gritaban los concentrados esperando un gesto del Consolat. "Que la detengan, que es una mentirosa, malvada y peligrosa...", se animaban a cantar otros.

Junto a las batas blancas, no mayoritarias, también gritaban empleados públicos totalmente vestidos de negro. Eran los funcionarios de Servicios Generales que querían de esta manera diferenciarse de sus compañeros de Salud pese a que ya han anunciado que secundarán todas las movilizaciones y protestas del sector sanitario. En su nombre habló Jordi Crehuet, de UGT, que supeditó cualquier tipo de solución a respetar los acuerdos firmados con la anterior Administración, al menos en lo que a este año se refiere, y "a hacer un gesto en los presupuestos del próximo año".

Durante la lectura de su manifiesto, este colectivo lamentó que el Govern haya dejado claro cuál es su mensaje social:"O nosotros o las personas desprotegidas. Y no aceptamos que se nos enfrente socialmente. Los colectivos más desfavorecidos han de tener el bienestar merecido y los empleados públicos hemos de tener lo que acordamos legalmente", proclamaron antes de recordar que pactaron el inicio de su carrera profesional hace ocho años y que todavía no se ha desarrollado. A partir de este mes estaba previsto que cerca de tres mil seiscientos funcionarios y personal laboral comenzarán a cobrar parte de este complemento con un desembolso estimado para la Administracion de menos de un millón de euros.

Por su parte, los sindicatos sanitarios advirtieron de que la oferta trasladada al inicio de este conflicto al Govern -pagar el 20% del complemento a 4.370 trabajadores que lo percibirían por primera vez en este último trimestre y continuar pagándoles este porcentaje a lo largo de 2016 y renegociar los pagos del resto-, lo que según sus cuentas supondría un desembolso de apenas seis millones de euros, no es indefinida.

Y la indignación era patente ya que Manel G. Beneyto, de CC OO, exigía que se levante la suspensión "hecha a traición" de unos acuerdos legales mientras Jorge Tera, secretario general del Sindicato de Enfermería (SATSE), advirtió al actual Govern que las "carantoñas" dadas al sector educativo, su casi exclusiva voluntad de cerrar el conflicto en Educación olvidándose del resto, no contribuía a una solución. Además, los representantes sindicales resaltaron el apoyo que están recibiendo en las reuniones que han manteniendo estos días con los diferentes partidos. "Y hoy nos reunimos con Podemos, que Francina sabe que es el que manda", avivó el fuego Miguel Lázaro.