La conselleria de Educación aseguró ayer que la disminución de las horas de clase que quiere empezar a aplicar el curso que viene en Secundaria (pasar de 32 a 30 sesiones semanales) no supondrá una reducción de profesorado. "Es un compromiso", indicó Antoni Morante, director general de Planificación y Centros, que argumentó que el horario actual es "excesivamente largo", lo que "está demostrado que afecta al rendimiento del alumnado".

Morante y el conseller March desgranaron su propuesta de modificación de los currículums LOMCE, que ya han enviado para que hagan sus aportaciones a los centros, los sindicatos, la Assemblea de Docents, las asociaciones de padres y las patronales. Como avanzó este diario, la normativa que plantea Educación hace hincapié en la autonomía de centros y fija unos mínimos de horas para cada asignatura ; mínimos que los colegios e institutos podrían aumentar gracias a una serie de horas que les quedan de libre disposición. Si lo prefieren pueden usar esas horas para desarrollar proyectos innovadores e interdisciplinarios, recordó el director general.

Otra de las grandes novedades que Educación plantea es reducir una hora las clases de Inglés en ESO, pero que se hagan siempre en grupos reducidos (de no más de 15 alumnos). El nuevo equipo defiende que no es tanto una cuestión de cantidad de horas sino de que se impartan en mejores condiciones. El director general subrayó además que a estos desdoblamientos de grupos se sumarán otras iniciativas -aún por desvelar- para mejorar las competencias en lengua inglesa.

La Conselleria quiere disminuir también las horas en 1º de Bachillerato de 34 a 32 horas semanales y en 2º recuperar la asignatura de Historia de la Filosofía como obligatoria. En ESO, se compensa a las asignaturas antes relegadas (Plástica, Música y Tecnología).

Las diferentes entidades del sector tienen tiempo hasta noviembre para hacer llegar sus aportaciones. Según March, uno de los retos de la Conselleria es reactivar el "debate pedagógico" en los centros para avanzar así hacia la mejora del sistema educativo. El objetivo es tenerlos aprobados la primera semana de abril. Estos currículums LOMCE buscan minimizar los efectos de la ley Wert y adaptarla dentro de lo posible al criterio pedagógico del Govern del Pacte. El futuro de la LOMCE, ley que solo cuenta con el apoyo del PP, va ligado a los resultados de las elecciones del próximo 20 de diciembre ya que todos los partidos se han comprometido a derogarla. ¿Qué vigencia tendrán entonces estos currículums? El conseller dio varias razones para impulsarlos En primer lugar, argumentó que no podían "quedarse parados" pensando en posibles escenarios postelectorales; en segundo lugar, que "al margen de lo que pueda pasar es positivo iniciar el debate" y, por último, razonó que la derogación de una ley lleva tiempo y mientras tanto "no puede quedar un vacío". Asimismo, ya adelantó que las líneas básicas introducidas en estos currículums que ahora plantean (como la autonomía de centro, la autoevaluación y la rendición de cuentas en base a los resultados) "se mantendrán" pase lo que pase con la LOMCE.