Este fin de semana Pollença se ha convertido en la sede de la undécima edición de las jornadas 'Educación por la vida', un evento que ha congregado a más de 600 profesionales educativos. Thakur S. Powdyel, profesor y exministro de Educación de Bután, fue el ponente de referencia ayer por la mañana en la iglesia de la parroquia de la Mare de Déu dels àngels. Powdyel es el autor del libro Mi escuela verde, en el que se propone un modelo educativo basado en las necesidades fundamentales de la vida, entre las que cita el respeto por el medio ambiente. Powdyel se ganó el aplauso frenético del público al afirmar: "Ser profesor es la elección más valiente que puede tomar un profesional. Es una decisión que le perseguirá toda su vida, un camino en el que la lucha será siempre la principal protagonista".

Las jornadas promueven la educación holística, un método educativo basado en el lema "dentro de la naturaleza todo está conectado, y la educación debe ponerlo en práctica". Desde el punto de vista pragmático, la metodología holística se centra en conectar con los alumnos a partir de formas innovadoras de aprendizaje que tienen la naturaleza como eje central. Es decir, en lugar de dedicar horas a la explicación de conceptos teóricos, se toma una tarea práctica que servirá para tener conciencia del entorno, al mismo tiempo que se provee a los estudiantes con conocimientos de matemáticas u otras materias del contenido curricular dictado por la legislación.

Otra de las personalidades que ofreció sus palabras a los asistentes fue Felix Finkbeiner, un joven que con 17 años se ha convertido en el pionero y el eje principal de la iniciativa 'Plant for the planet'. El proyecto de Finkbeiner, lanzado en 2007, promueve que los niños y jóvenes practiquen la "justicia climática" con la plantación de un millón de árboles anuales. El joven organiza talleres por todo el mundo, dándole a otros niños las herramientas para convertirse en "embajadores del cambio climático" , capaces de enseñar a otros. Por el momento, la campaña cuenta con 30.000 embajadores en todo el mundo, cifra que quieren que sea de un millón en 2020. De hecho, algunos participantes en el proyecto de Finkbeiner se atrevieron a subir al escenario de Pollença para presentar los proyectos de recuperación boscosa en los que trabajan.

En la misma línea, Josep Pàmies, reconocido agricultor que ha trabajado en favor de la agricultura naturalista, realizó una ponencia revindicando la cosecha propia, el autoabastecimiento y, en definitiva, la emancipación de las grandes multinacionales dedicadas a productos de primera necesidad.

Julio Cantos, asesor docente que afirmó "haber colaborado con Pàmies" y uno de los mayores exponentes de las prácticas permaculturales en la isla, acudió a las jornadas para presentar su proyecto para montar un huerto en un metro cuadrado. La práctica permite a los alumnos aprender no solo sobre jardinería, sino tomar nociones de responsabilidad, de cómo gestionar el espacio, al tiempo que se orienta el trabajo hacia materias como la geografía o las matemáticas. Cantos explicó que en la actualidad se ha conseguido que el IES Santanyí acondicione sus jardines con este proyecto, que por el momento está teniendo un gran éxito entre padres y alumnos.

Asociaciones participantes

Fueron muchas y diversas las asociaciones, grupos y colegios que participaron en las jornadas. La asociación Permamed, pionera en el desarrollo de la permacultura en las islas fue una de las protagonistas. Tal y como explicó uno de sus representantes, la permacultura se basa en tres principios: "cuidar el planeta", "cuidar a la gente" y "compartir abundancia". Las propuestas de Permamed persiguen un proyecto educativo que garantice la vida en consonancia y armonía con el espacio natural en el que vivimos. Al mismo tiempo, la asociación realiza diferentes labores en Santanyí, Sa Cabaneta o Llubí, centradas, por ejemplo, en la agricultura regenerativa o en plantaciones frutales, a partir de las indicaciones de Arxiduc Lluís Salvador en su libro Die Balearen in Wort und Bild.

En definitiva, la presencia de la permacultura, el respeto por la vida y el medioambiente está ganándose un lugar en las aulas a pasos agigantados. Fe de ello no la dan solamente las más de 600 personas que asistieron a las jornadas, procedentes de todo el mundo, sino también el reciente reconocimiento que la Conselleria de Educación ha dado a estas prácticas. En concreto, los docentes que completen una formación en educación holística, y pongan en funcionamiento un proyecto en sus respectivos centros recibirán puntos adicionales para ascender en las listas de docentes interinos y oposiciones.