Las alegaciones de que viven en una situación laboral y económica crítica no han servido al matrimonio formado por Diego Torres, exnúmero dos de Nóos, y su esposa Ana María Tejeiro, la antigua jefa de personal del entramado societario, para evitar la obligación de depositar una fianza de casi 16 millones de euros. Ayer la sección segunda de la Audiencia dio luz verde al embargo de los bienes de la familia Torres, que ya tenía la mitad de su patrimonio embargado desde hace años por esta misma causa.

Los esposos Torres pidieron a la Audiencia que no les sean embargadas sus cuentas corrientes, porque los escasos fondos que contienen sirven para pagar los estudios de sus hijos, los gastos familiares y la hipoteca de su casa.

El matrimonio asegura que sobrevive gracias a los fondos desbloqueados por el juez Castro de una cuenta corriente que poseen en Luxemburgo y que fue embargada con un saldo de un millón de euros.

Castro estableció para el exnúmero dos de Nóos una fianza de unos 15 millones de euros, producto de sumar el dinero presuntamente malversado por la trama Nóos y las multas que se le reclaman, todo ello incrementado en un tercio más. Días después rebajó esa cantidad a 13,5 millones, al descontar el IVA pagado por las empresas de Nóos. Para Ana Tejeiro se fijó una fianza de 15,8 millones de euros.

Chalé de Sant Cugat

El recurso desestimado es el de Ana Tejeiro, que pidió a la Audiencia una rebaja de esa fianza. La acusada argumentó que no posee más bienes que los ofrecidos en su día al juzgado para ese menester (la mitad de unos inmuebles a nombre del matrimonio, entre ellos el chalé familiar de Sant Cugat del Vallés). Tejeiro también alegó que no fue autora de los delitos de Nóos sino partícipe, lo que conllevaría una menor responsabilidad.

Los esposos Torres-Tejeiro relataron que en los últimos años no han tenido trabajo. "Nadie nos contrata por las repercusiones del caso Nóos y por otras cosas", afirmaron. Diego Torres, que conoció a Iñaki Urdangarin siendo éste alumno y él profesor de la prestigiosa universidad Esade y que es un experto en marketing y mecenazgo, explicó que su excelente currículum no le sirve de nada ante el boicot contra ellos. La pareja de acusados solicitó a la Audiencia que no consienta el embargo de sus cuentas corrientes, algo que por otra parte nunca se ha planteado Castro. Sin el dinero desbloqueado por el juez la familia no saldría adelante, alegaron.

Sin embargo, el tribunal ha rechazado todos esos argumentos y ha recordado a Ana María Tejeiro que en su día, cuando fue dictado el auto de apertura de juicio oral del caso Nóos, no recurrió la fianza. Esa omisión impide ahora analizar sus argumentos y se traduce en que la obligación de depositar la fianza persiste.

La sala segunda de la Audiencia recuerda a la imputada que Castro no le ha embargado todavía ningún bien y únicamente le ha reclamado un listado de bienes de cara a esa traba. Los magistrados añaden que Tejeiro debería aprovechar esa relación de bienes para explicar a Castro su situación económica.