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Construcción

El sector de la vivienda califica de "locura" eliminar suelo urbanizable

Promotores, constructores y aparejadores rechazan los planes del Consell de Mallorca Advierten de que la medida supone un "pelotazo" para los dueños del suelo urbano

El sector inmobiliario se ha posicionado radicalmente en contra de la pretensión del Consell de Mallorca de fijar un "incremento cero" del suelo urbano de la isla, con la supresión de las áreas de crecimiento contempladas en el Plan Territorial para que los diferentes municipios pudieran tener espacio para su desarrollo, tal y como adelantó el pasado domingo Diario de Mallorca. Promotores, constructores y aparejadores advierten de los efectos negativos que esta iniciativa va a tener sobre el precio de la vivienda, al encarecer el escaso suelo todavía disponible, y el presidente del colegio que agrupa al último de los citados colectivos, Ignacio Martínez, no duda en calificar esa iniciativa de "locura" por el daño que puede hacer al conjunto del sector de la construcción.

El anunció de ese "crecimiento cero" ha pillado por sorpresa a los citados colectivos por cuanto estos llevan años advirtiendo de que municipios como Palma o Calvià, donde actualmente se concentra la demanda residencial, tienen ya un suelo urbano muy escaso y que además está en muy pocas manos. Precisamente por ello un aspecto que se subraya desde estos sectores es que el hecho de suprimir suelo urbanizable (el que se mantiene como reserva para futuras edificaciones y para su conversión en urbano) hace que los terrenos sin desarrollar en las ciudades, por su escasez, vean multiplicado su valor. El efecto es una mayor repercusión del suelo sobre el precio de la vivienda, el encarecimiento de ésta y el que las escasas residencias que se vayan a levantar en el futuro vayan a ser solo asequibles para una minoría de alto poder adquisitivo.

Pero además, se recuerda que el sector de la construcción y sus trabajadores están viendo como la coyuntura mejora en gran medida gracias a las reformas hoteleras, unas actuaciones que tienen un recorrido limitado, según se pone de relieve, dado que en unos pocos años la planta de alojamiento habrá quedado modernizada. Eso hace que de nuevo se vuelta a tener que depender de la edificación residencial, que se va a ver paralizada por falta de suelo disponible.

El problema tiene la suficiente gravedad como para que Ignacio Martínez anuncie ya que en la reunión que la junta de gobierno que el Colegio de Aparejadores de Mallorca va a tener mañana, este tema se vaya a abordar con el objetivo de fijar una postura contra los planes del Consell de Mallorca, bajo el argumento de que "van a eliminar cualquier atisbo de construcción en la isla".

Según el presidente de este organismo, en muchos municipios de la isla el problema pasa por la escasez de vivienda nueva, de ahí que no dude en calificar de "locura" la iniciativa de la citada administración isleña bajo el argumento de que "los precios de la vivienda se van a disparar".

"Sorpresa" en el sector

El director de la asociación de constructores de Balears, Manuel Gómez, admite también la "sorpresa" que ha generado el anunció del Consell de Mallorca de apostar por el citado 'crecimiento cero', debido a que los promotores llevan mucho tiempo destacando que el problema existente en estos momentos es precisamente la escasez de suelo edificable que se registra en muchos municipios, de ahí que en el caso de Palma se reclame una revisión de su plan general para incrementar el suelo urbanizable. Tanto Gómez como Martínez insisten especialmente en que el suelo urbano que queda disponible en el citado municipio se encuentra en muy pocas manos.

El director de la asociación de constructores subraya tanto que la actividad que están generando las reformas hoteleras tiene un límite, como el hecho de que la rehabilitación de inmuebles usados difícilmente bastará para cubrir la demanda de vivienda existente si no se crea una línea de ayudas para la financiación de estos proyectos.

Desde el colectivo de los promotores inmobiliarios la indignación se multiplica, dada la crisis que todavía se vive en este sector y que se sustenta en parte en la falta de solares a precio asequible y que permitan la construcción de pisos cuyo precio se mueva en torno a los 150.000 y los 180.000 euros, tramo en el que en su opinión se mueve la demanda actual.

La medida del Consell, según se apunta, implicará en primer lugar obligar a las familias isleñas a tener que recurrir al mercado de segunda mano para poder acceder a una primera residencia, lo que explica por qué este producto es el que más está creciendo en sus ventas.

En este sentido, se subraya el riesgo de que Mallorca se vea contagiada por la situación que ya se vive en Eivissa, en la que la escasez de viviendas está disparando al alza el precio incluso de los alquileres, lo que está agravando las reticencias de muchos trabajadores públicos a ser trasladados a esa isla -como en el caso de los Cuerpos de Seguridad del Estado- por el elevado coste de vida que se debe de afrontar.

Pero además, también desde este colectivo se insiste en el que el suelo urbano existente en Palma está en muy pocas manos, y se denuncia el "pelotazo" que esos propietarios van a recibir al convertirse en los titulares de un bien que va a ser cada vez más escaso. En este sentido, se lamenta no solo que la vivienda de primera mano que va a salir al mercado durante los próximos años va a ser muy escasa, sino además que va a resultar enormemente cara para el poder adquisitivo de la mayoría de las familias de Mallorca.

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