José Luis García se perfila como el próximo secretario general de CCOO en las islas tras haber recibido su candidatura el respaldo de los responsables de las sectoriales de esta organización.
-¿Para ponerse hoy en día al frente de un sindicato hay que ser el mejor o el más inconsciente?
-Lo primero es ser responsable, tener un buen equipo y asumir que es necesario liderar un proyecto sindical en Balears.
-¿Vienen mejores tiempos con el nuevo Govern o a la vista de las tensiones en áreas como la educación o la carreta profesional las expectativas eran excesivas?
-Se abre un nuevo escenario, y es verdad que con mayores expectativas por ser el primer Govern totalmente de izquierdas, pero a los sindicatos no nos sirven solo las formas. Hay que ir al fondo de la cuestión, que es la existencia de muchas desigualdades en las islas, con más de 50.000 parados registrados en pleno agosto, y con la pérdida de una serie de derechos durante la legislatura anterior. Ante todo esto hay que actuar y eso es lo que vamos a exigir al nuevo Ejecutivo, aunque no han pasado ni 100 días y tampoco queremos precipitarnos. Lo que no haremos es aplaudir por aplaudir.
-¿Cómo anda en este momento la salud del prestigio sindical?
-Se ha perdido la confianza, y en eso ha habido muchas causas. Desde 2009 y 2010 se ha producido una campaña de desprestigio por parte de los Gobiernos, que querían aplicar una serie de medidas ante las que los sindicatos manteníamos una resistencia muy importante, pero que se ha demostrado un error porque ha supuesto tirar piedras contra las instituciones, cuya crisis también sufrimos nosotros. Hemos seguido trabajando en defensa de los derechos de los trabajadores, pero no ayudaba nadie en ese discurso para amplificar nuestra voz. Nos va a costar recuperar esa confianza, pero es nuestro trabajo.
-Sin embargo, comienzan a aparecer formaciones políticas que reivindican a los sindicatos.
-Es cierto que comienzan a cambiar los discursos. Espero que eso genere un nuevo clima.
-UGT-Balears pasa por problemas económicos y de unidad interna, mientras que la situación en CCOO parece más calmada. ¿Es la paz de los cementerios?
-No es la paz de los cementerios y dificultades económicas también tenemos, como todas las familias para llegar a final de mes. Durante la crisis hemos tenido un descenso de la afiliación del 20% debido a la cantidad de gente que se ha visto expulsada del mercado laboral, que además tenía mucha antigüedad y que era la que estaba más sindicalizada. Pero el sindicato no está en peligro.
-Tienen sobre la cabeza la investigación sobre presuntas irregularidades en los cursos de formación.
-No sabemos como está este tema, más allá de conocer que se había abierto esa investigación, pero nadie nos ha dicho a día de hoy si sigue en curso. Nosotros tenemos la conciencia muy tranquila, porque el dinero lo dedicamos a la formación de los trabajadores. Esperamos que este tema se resuelva cuento antes, aunque nos genera mucha rabia el trato injusto que hemos recibido, porque todo es un problema de justificaciones del gasto, donde entendemos que nos cambiaron las reglas del juego cuando el partido ya había acabado.
-Balears está viviendo una temporada turística récord, y los hoteleros firman importantes subidas de precios para 2016. ¿Cómo se explica a los asalariados que sus retribuciones aumenten poco más del 1% anual o las sobrecargas de trabajo?
-Respecto a la subida del 1%, la coyuntura tampoco está para tirar cohetes. Se rompió una tendencia negativa por otra positiva y el sector esta obteniendo ahora unos beneficios que se tendrán que plasmar en el próximo convenio. En cuanto a las cargas de trabajo, los sindicatos siempre estamos muy activos en la denuncia de este tema. Se trata de un problema endémico en Balears, que es el de las enfermedades profesionales. Somos una comunidad en la que éstas no se reconocen, y es imposible que no las haya en las islas, Hay algo más que es necesario sacar a la luz, y creo que las mutuas tienen mucha responsabilidad en eso. El Govern de turno va a tener que tomar medidas para que aflore la realidad de la salud laboral
-Los salarios han registrado un retroceso. ¿Cuándo recuperarán los trabajadores isleños el poder adquisitivo perdido?
-Hasta que no recuperemos el empleo, va a ser muy complicado, porque la presión que genera el paro sobre la negociación colectiva es brutal. Muchas condiciones laborales que en otros momentos no serían aceptables, los trabajadores hoy las aceptan por la situación de crisis. Hemos de ser conscientes de la realidad que existe. Por eso lo fundamental es atajar las tasas de desempleo. Cuando la gente tenga trabajo será posible recuperar con mucha mayor velocidad las condiciones perdidas.
-¿Sigue habiendo miedo?
-Estamos hablando de cifras de paro registrado de más de 50.000 personas en pleno agosto. Eso nos da pistas de como está la situación en los centros de trabajo y la certeza de que de que nuestro actual modelo económico no va a poder dar de comer a todos los baleares.
-¿Quedan muchos años viendo a personas con empleo pidiendo ayuda en Cáritas o Cruz Roja?
-Espero que no y que también se activen medidas de protección social. Pero la actual situación no va a ser fácil de revertir. Necesitamos un cambio de ciclo económico y poner el empleo en el centro del debate. Para eso hemos de repensar nuestro modelo económico.
-La economía balear está creciendo a ritmos superiores al 2%. ¿Quién se está quedando con esa riqueza?
-El capital, que en Balears es el sector turístico. Aquí tenemos multinacionales del alojamiento que sí están mejorando sus cuentas de resultados y son las que acumulan este crecimiento.
-Contratos a tiempo parcial, temporales, falsos autónomos, becarios... ¿El cambio en el modelo de relaciones laborales tiene marcha atrás?
-Sí tiene marcha atrás si se replantea el modelo económico. Y necesitamos no solo derogar la reforma laboral, sino además un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Es fundamental la negociación colectiva y reequilibrar las relaciones laborales.
-Hace pocos días Balears sufrió un nuevo accidente laboral mortal
-El problema es que la seguridad no se considera una inversión, sino un gasto. Balears es líder precisamente porque tenemos un modelo económico basado en el sector servicios y en la precarización. Somos líderes en accidentes porque somos también líderes en contratación temporal. Respecto a las condenas, es necesario llegar hasta las últimas consecuencias, y si a futuro no hay medidas contundentes, seguirá pasando lo mismo.
-¿Al abaratarse el despido las empresas han aprovechado para deshacerse de los trabajadores mayores de 45 años?
-Han sido los mayores perjudicados por las reformas laborales. Se ha sacado del mercado de trabajo a aquellas personas que costaban más a las empresas.
-También se ha dificultado su acceso a los subsidios. ¿Se ha condenado a una generación a ser viejos pobres?
-Existe un colectivo que va a ser muy complicado volverlo a insertar en el mercado de trabajo, pero es gente que ha cotizado muchísimos años. Es necesario que haya medidas de protección para ellos y que puedan tener una jubilación digna.
-¿Y qué se hace con los jóvenes?
-Lo primero es que se formen, no podemos tener la mayor tasa de abandono escolar. La salida para ellos es crear tejido productivo. Un solo motor en nuestra economía es insuficiente y hay que generar más, como las nuevas tecnologías.
