María Umbert, exjefa de gabinete del president del Govern Jaume Matas y antigua directora general de IB3, declaró ayer ante el juez Castro que se enteró, en 2006, del amaño del concurso para adjudicar el hospital público de Son Espases de su amigo y por entonces edil de Urbanismo en Cort Javier Rodrigo de Santos. Según Umbert, que resaltó la honestidad y credibilidad de De Santos, más tarde intuyó que las órdenes para manipular el concurso venían de Jaume Matas.

La periodista María Umbert coincidió con De Santos en el Insalud entre 1999 y 2001, cuando dependía del Gobierno central. Los dos fraguaron una amistad que seguía activa en 2006 cuando el ahora colaborador de la Justicia era regidor de Urbanismo y ella directora general de IB3. En el mismo círculo de amigos estaba Juan Antonio Esteban, delegado en Balears de Dragados, la empresa que finalmente se adjudicó el concurso de Son Espases.

Según Umbert, su amigo le informó de que había una operación en marcha para adjudicar la mayor obra pública de Balears a OHL, que era una oferta que costaba a las arcas publicas cien millones de euros más que la presentada por Dragados.

Persona honesta

La testigo manifestó ayer al juez Castro y al fiscal anticorrupción Pedro Horrach que Rodrigo de Santos era un político extremadamente honesto y muy combativo con las tramas de corrupción. Umbert declaró en este sentido, el pasado febrero, que el antiguo regidor tuvo problemas personales con las drogas, "pero era honesto a carta cabal como político". "Yo pondría la mano en el fuego por Rodrigo en ese sentido; luego había una segunda vida que no conocíamos, pero no era ni profesional ni moral: es decir él nunca cogió una comisión", declaró la testigo.

De Santos le pidió a Umbert que contactara con el periodista Eduardo Inda, director de la edición balear de El Mundo, para que investigara el amaño del concurso de Son Espases.

La declarante añadió que los acontecimientos posteriores ocurridos en el proceso de adjudicación y las manifestaciones más recientes de la exconsellera de Salud Aina Castillo, imputada en el sumario, han ratificado las sospechas sobre el amaño.

Florentino vetó los sobornos

María Umbert en su comparecencia de febrero aseguró que su amigo el delegado de Dragados en Palma le había comentado que el propietario de esa compañía, Florentino Pérez, había prohibido a sus subordinados pagar comisiones por obras públicas.

La testigo añadió que los delegados territoriales de la compañía tenía prohibido abonar sobornos, so pena de despido.

Ayer también prestó testimonio Margalida Ensenyat, la secretaria personal en 2006 del fallecido Juan Sanz, director Económico del IbSalut y presidente de la mesa de contratación de Son Espases. La testigo ratificó lo ya declarado ante la Policía respecto a que su jefe le ordenó destruir una falsa acta de la mesa de contratación donde se adjudicaba el hospital a OHL, algo que nunca llegó a materializar, pese a que esa constructora era la mejor puntuada por la consultora externa.

Fiel y obediente

Juan Sanz está muerto, pero todo apunta a que tuvo un papel protagonista en el doble amaño del concurso. Su antigua asistente lo define como una persona "tremendamente fiel y obediente a sus superiores". Esta lealtad hacia sus jefes en la conselleria de Salut y en el Govern quizás llevó a Sanz a no tentarse la ropa para dar primero ganadora a OHL y meses después adjudicar el concurso a Dragados.

"Juan Sanz me entregó en mano un documento para que lo destruyera: era el acta de adjudicación del concurso de Son Espases a OHL. Yo la destruí, pero antes leí su contenido y fui plenamente consciente de su alcance", añade la exempleada. La secretaria también falseó, por orden de su jefe, una segunda acta de la mesa de contratación relativa al informe del Consell Consultiu.