Los investigadores detallaron ante la juez que las distintas pintadas que se realizaron en la fachada y en la puerta metálica de la farmacia de Bauzá eran de las misma personas. Esta afirmación se basa en el análisis de los trazados. Además de las imágenes de la grabación del negocio, que demuestras que actuaron dos personas, en las pintadas se aprecia dos tipos de estilos de escritura. La Guardia Civil mantiene que el acusado escribió las letras mayúsculas, mientras que su compañera realizó con la pintura de espray las frases escritas con minúsculas.

Los desperfectos realizados en el negocio como consecuencia de las pintadas provocaron unos daños por valor de 520 euros.